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La monja alemana Ruth Pfau, considerada responsable del fin de la lepra en Pakistán, murió hoy en Karachi (sur) a los 87 años de edad, tras dedicar más de medio siglo a luchar contra la enfermedad en el país asiático, una labor que le valió el apelativo de «luz de los leprosos».

«Con gran tristeza anunciamos el triste fallecimiento de la doctora Ruth Katherina Martha Pfau», informó en un comunicado la Sociedad de las Hijas del Corazón de María, congregación a la que pertenecía.

La religiosa había sido ingresada hacía dos semanas en un hospital de Karachi tras empeorar su salud y falleció durante una operación.

Pfau está considerada una de los principales responsables del fin de la lepra en el país asiático, al frente del Programa Nacional de Control de la Lepra de Pakistán y el Centro María Adelaida de Lepra (MALC), organismos que cofundó.

En los años 50, Pfau estudió medicina en Alemania y se unió a las Hijas del Corazón de María poco antes de embarcarse a la India, vía Karachi, pero por un problema de visa se quedó en la capital financiera de Pakistán, país donde viviría 57 años.

En 1963 fundó el MALC con la apertura de una clínica, cinco años más tarde persuadió al Gobierno paquistaní para poner en marcha un programa contra la lepra en todo el país y después extendió sus cuidados a los enfermos de tuberculosis y ceguera.

Tres décadas más tarde, la Organización Mundial de la Salud declaró a Pakistán libre de lepra, uno de los primeros países de la región en lograrlo.

En reconocimiento por su trabajo, el Gobierno otorgó a Pfau la nacionalidad paquistaní en 1988, en 1979 fue condecorada con la Hilal-i-Imtiaz, el segundo máximo galardón del país asiático y en 1989 recibió la Hilal-i-Pakistan, la principal condecoración civil otorgada en la nación musulmana.

Poco después del anuncio de su muerte, comenzaron a llegar los tributos de las autoridades paquistaníes.

«La doctora Ruth Pfau nació en Alemania, pero su corazón estaba en Pakistán. Vino durante la creación de una joven nación para hacer mejor la vida de aquellos afectados por la enfermedad y encontró un hogar aquí. Recordaremos su coraje, su lealtad y sus servicios en la erradicación de la lepra», afirmó en un comunicado el primer ministro, Shahid Khaqan Abbasi.

El presidente del país, Mamnoon Hussain, señaló en otro comunicado que los servicios de la doctora para acabar con la enfermedad «no serán olvidados» y que se continuará con su «gran tradición de servir a la humanidad».

«Es mejor encender una vela que maldecir a la oscuridad y mejor aún es mantenerla encendida», solía afirmar Pfau.