Música, gastronomía, vino y solidaridad, fueron protagonistas este sábado de una nueva edición del Concert de la Lluna a les Vinyes. | Teresa Ayuga

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Más de mil personas llenaron el sábado por la noche el recinto de las bodegas Macià Batle, en Santa Maria del Camí, para asistir al ‘Concert de la lluna a les vinyes’, un acto benéfico que este año ha llegado a su sexta edición y que conjuga a la perfección gastronomía, vino, música y solidaridad.

La Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB) no faltó a la cita anual (ha participado en todas las ediciones de este evento) y este año estuvo acompañada por la voz flamenca de Trinidad Montero. En años anteriores había estado acompañada por Tomeu Penya, Maria del Mar Bonet o Simó Orfila, Carolina Cerezuela o Jaume Anglada. El cartel musical del sábado lo completó el grupo a capella Supervoices.

El director de Macià Batle, Ramon Servalls, y el director del Mallorca Magazin, Bernd Jogalla, presentaron el acto que organiza la asociación Amics de la Infància y cuyos fondos recaudados se destinarán al proyecto Hogares Aynewasi, en Perú. «Es una ocasión única para colaborar y es un acto solidario del cual nos sentimos muy orgullosos. Nos gratifica que gracias a la celebración de un acto festivo, los niños de Aynewasi tendrán ropa, comida y material para ir al colegio durante medio año», según explicó Servalls.

Los acordes de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, bajo la dirección de Pablo Mielgo, y la voz de Trinidad Montero llenaron el espacio de magia con la perfecta combinación de los instrumentos clásicos y el flamenco. La primera pieza fue Amor Brujo de Manuel de Falla. Después le siguieron varias coplas entre las que cabe destacar Ay pena, penita, pena, del maestro Quiroga, o Y sin embargo, te quiero. Antes de despedirse, Trinidad Montero entonó Yo soy esa solo acompañada por Pablo Mielgo al piano. El público reaccionó poniéndose en pie y con una gran ovación.

De la mano del grupo musical Supervoices, una banda que ha ganado un premio televisivo de capella, llegó el ritmo más rockero. Los seis jóvenes animaron al público con temas de Rihanna, Lady Gaga, Coldplay o del desaparecido Leonard Cohen.

La velada transcurrió con un gran ambiente, con las viñas de fondo, y los asistentes disfrutaron de la música mientras degustaban la gastronomía que se sirvió durante la noche.

Colaboradores

Antes y durante las actuaciones musicales, los asistentes pudieron disfrutar de la gastronomía que habían preparado varias empresas como el Forn Ca na Teresa (que ofreció cocarrois, llonguets y ensaimadas), o los pinchos a cargo de Ca’n Pintxo, Turquesa Catering o Grup Tast. El helado corrió a cargo de Fet a Sóller y Coca-Cola puso las bebidas y ofreció un estand de combinados con su nueva tónica Royal Bliss. El vino, como no podía ser de otra manera, era de las bodegas Macià Batle que ofreció caldos rosados, el Blanc de Blancs y el 1856 que se sirvió por primera vez en esta velada solidaria y cuyo nombre recuerda a los inicios de estas viñas. Trui, que se encargó de todo el montaje e infraestructura necesaria para la fiesta, Grup Serra, Quely, Formatges Mercadal, la empresa de seguridad GPS y Contratas Ambulancias y Emergencias, fueron otra empresas que también aportaron su total colaboración con este evento solidario.

Amics de la Infància es una entidad sin ánimo de lucro fundada en Mallorca en el año 1996. Nació con el objetivo de evitar el cierre de la Llar del Temple de Palma y, una vez logrado este reto, la asociación apostó por ampliar sus actuaciones a Perú, Bolivia, Tanzania, Gabón e India, países en los que la mayoría de niños y niñas viven en condiciones de extrema pobreza y riesgo de exclusión social. En los hogares Aynewasi, destino de los fondos recaudados el pasado sábado en Santa Maria, se trabaja para que los niños reciban una alimentación adecuada, atención integral a su desarrollo, asistencia sanitaria y acceso a la educación.