Miles de personas han entonado en diferentes puntos de Pamplona el tradicional 'Pobre de mí' para despedir así los Sanfermines 2017. | Efe

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Miles de personas han entonado en diferentes puntos de Pamplona el tradicional Pobre de mí para despedir así los Sanfermines 2017, un cántico triste que han combinado con el «ya falta menos», que inicia la cuenta atrás para las fiestas del 2018.

Tras la última sesión del concurso internacional de fuegos artificiales de autor, a cargo de la pirotecnia Alpujarreña, de Ugíjar (Granada), esta noche la atención se ha centrado en el casco viejo de la capital navarra donde miles de personas, muchas de ellas con velas en las manos, han dicho adiós a las fiestas.

En un ambiente mucho más tranquilo que el 6 de julio, cuando se lanza el chupinazo que da inicio a los Sanfermines, la plaza Consistorial y sus aledaños ha congregado a personas de todas las edades que no han cesado de cantar y bailar al ritmo marcado por una charanga, mientras las peñas hacían lo propio en la plaza del Castillo.

A medianoche los balcones del Ayuntamiento se han abierto y a ellos se han asomado miembros de la Corporación municipal, encabezados por el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, quien, en castellano y euskera, ha comunicado que se han terminado las fiestas.

«Pamploneses, pamplonesas, han terminado los Sanfermines 2017», ha indicado para a continuación gritar «viva los Sanfermines de 2018».

En ese momento los asistentes se han desprendido de sus pañuelos rojos y han comenzado a cantar el tradicional «Pobre de mí», acompañado del «1 de enero, 2 de febrero, 3 marzo, 4 de abril, 5 mayo, 6 de junio, 7 de julio, San Fermín».

Las despedidas, que han comenzado esta mañana con el último encierro, protagonizado por toros de Miura, y la retirada del vallado, han continuado a lo largo del día, con momentos especialmente emotivos para los pamploneses como el adiós de la comparsa de Gigantes y Cabezudos.

Por la tarde la fiesta ha vuelto a centrarse una vez más en la plaza de toros, un coso que las peñas se han resistido a abandonar mientras en los luminosos aparecían ya mensajes alusivos a los Sanfermines del 2018.

Desde allí se han dirigido al casco viejo para un día más llenar las calles de música y ambiente festivo que continúa incluso después del «Pobre de mí».

Aunque será mañana cuando el alcalde ofrezca el balance oficial de los Sanfermines 2017, en esta jornada ha apuntado que el resultado es positivo, con las agresiones sexistas como uno de los puntos negativos, por lo que el Ayuntamiento seguirá poniendo «toda la carne el asador» para prevenirlas.