Aspecto del bar Cristal, de Palma, en la mañana de este jueves. | Jaume Morey

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«Nos tomaremos dos o tres meses de vacaciones. Luego, ya veremos qué hacemos, si hacemos algo», explica sentada en una de las sillas junto a la barra Mita Ramis, que regenta desde 1990 el bar Cristal, de Palma, junto a su hermano, Tolo. El nombre de este mítico establecimiento de la plaza de España está registrado por la familia Ramis, por lo que lo podrían utilizar si se decidieran a montar otro negocio de restauración. «Yo tengo 62 años y no me meteré en otro negocio. Mi hermano tiene 56 y no sé lo que hará. Lo que es seguro es que desde que cerremos, nos tomaremos un descanso y luego ya decidiremos», añade Mita Ramis.

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Esta familia regenta el bar desde hace 62 años y a finales de mes termina el contrato. Primero estuvo al frente Bartolomé Ramis y, tras su fallecimiento, cogieron las riendas del negocio sus dos hijos, Mita y Tolo. «Al morir nuestro padre en 1990 se realizó una subrogación del contrato existente a nombre de mi hermano, porque era el menor (Tolo tiene 56 años). Hace 3 años –continúa explicando Mita– se redactó un nuevo contrato que finaliza a final de mes. Los propietarios del local nos han pedido un alquiler que es inasumible».

El cierre de este local hará que diez trabajadores vayan al paro. «Son diez familias en la calle, más el quebranto que supone a nuestros proveedores», añade Tolo, hijo de Mita, y tercera generación familiar en el negocio, que achaca a la «avaricia» el aumento «inasumible» del alquiler.