El gobierno francés pone énfasis en la necesidad de afrontar esta sustitución como medida de lucha contra el cambio climático. | Sylvana Raschke

TW
15

Francia dejará de vender coches de gasolina y diesel en 2040, anunció el ministro de la Transición Energética, Nicolas Hulot, dentro del plan de acción del Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, contra el cambio climático.

Hulot explicó, en conferencia de prensa, que su Ejecutivo ha decidido elevar la ambición de Francia, que ya no será como hasta ahora reducir a la cuarta parte las emisiones de dióxido de carbono para 2050, sino «la neutralidad de carbono» para esa fecha.

Eso significa que para mediados de siglo el nivel de emisiones no deberá superar el volumen que podrá ser absorbido (por ejemplo por los bosques) y pondrá a Francia junto a los pioneros en marcarse esa meta, que son Suecia y Costa Rica, destacó.

Mientras llega «el fin de la venta de los coches diesel y de gasolina en el horizonte de 2040», el ministro dijo que se va a crear «una prima de transición» destinada a las personas con pocos medios para incitar a la renovación del parque automovilístico y la sustitución de los coches más antiguos y más contaminantes.

«Vamos a acelerar el movimiento para que los más modestos puedan comprar coches menos contaminantes», argumentó.

Confirmó el anuncio hecho el pasado martes por el primer ministro, Edouard Philippe, en el sentido de que «Francia ha decidido prohibir todo nuevo proyecto de exploración, y por tanto de explotación», de petróleo, de gas o de carbón, para lo cual se presentará un proyecto de ley a finales del verano o comienzos del otoño.

Hulot añadió que, teniendo en cuenta el agotamiento de los yacimientos están activos actualmente, «eso conducirá al final de la explotación» para 2040.

En el caso del carbón, Francia dejará de producir electricidad con ese combustible fósil «de aquí a 2022», lo que significa el cierre de centrales que ahora aportan un 5 % del total.

Hizo hincapié en que ese proceso se hará «acompañando a los asalariados que van a verse afectados» mediante «contratos de transición» para «que no haya perdedores».

En el terreno de las energías renovables, el titular de la Transición Energética se marcó el objetivo de subir su peso relativo al 32 % en 2030.