La cara de Laila –a la derecha– expresa claramente la decepción sufrida al conocer la decisión del jurado. | RTVE

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La concursante mallorquina aunque nacida en Valencia Laila Kachán se despertó este lunes con 1.800 mensajes de apoyo en su cuenta de Instagram tras haber tenido que abandonar el concurso MasterChef donde hasta el último programa y a tres del capítulo final de esta temporada era una de las claras favoritas para hacerse con el preciado premio del ya mítico concurso televisivo, sin rival en las audiencias, y que ya la ha convertido en una celebridad nacional pese a no haber conseguido llegar a la final.

Laila se considera ganadora moral de esta edición de MasterChef y no acaba de entender cómo se le pudo escapar de la cesta de la compra el producto principal del plato que tenía que cocinar frente al jurado. Una calabaza olvidada en el súper que abastece la cocina fue el motivo que provocó su expulsión y el ingrediente que ha desatado la polémica en las redes sociales. Porque muchos seguidores del programa, no solo los defensores y fans de la mallorquina, no entienden cómo la dirección no le facilitó que pudiera volver a la sala de abastecimiento para poder realizar su plato después de haber realizado un gran concurso.

Se ha sentido fenomenal durante todos los capítulos, creciendo y dándolo todo. Es sabedora que ha dado lo mejor de sí, está satisfecha; si pudiera cambiar algo sería el rictus de seriedad que ha marcado cada uno de sus gestos y que no casa nada con su personalidad real, distendida, alegre, y muy risueña.

Muy amante de la cocina, segura en el trabajo que ha elegido, competitiva aunque buena compañera y una gran perdedora, porque ahora es consciente de que una vez finalizado el programa «empieza lo bueno». De hecho no le faltan ofertas de trabajo, en televisión y radio, que la obligarán a vivir en Madrid el próximo año.