Juan Antonio Escobar y Lucas Rojo posan sentados en el vestuario del Movistar e-Sports Center, una ciudad deportiva al estilo de los grandes clubes de fútbol con servicios de primer nivel. | Movistar

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Los videojuegos ya no son solo una forma de perder el tiempo o pasar el rato delante de una pantalla en la habitación o en el salón de casa. Las competiciones de videojuegos han dado paso a los conocidos como e-Sports o deportes electrónicos, que se han convertido en un espectáculo de masas a nivel mundial capaz de llenar pabellones y contar con 380 millones de seguidores, un negocio con ingresos superiores a los 600 millones de euros y un potencial de crecimiento difícil de calcular.

La Casa del Lector de Matadero Madrid alberga la primera ciudad deportiva de Europa, un centro de referencia para la promoción de este sector y la nueva casa del equipo Movistar Riders. El Movistar e-Sports Center, con más de 1.000 m2 que incluye estadio y todo lo imaginable para desarrollar la práctica profesional, es la nueva casa de uno de los conjuntos punteros de España y que cuenta con dos mallorquines. Es el caso del director deportivo del equipo, Lucas Rojo (Palma, 1994) y del jugador Juan Antonio Escobar ‘Mykilu’ (sa Pobla, 1995), que han convertido su pasión en su profesión, eso sí, un trabajo que les encanta.

Competición de e-Sports.

«En casa me llevé muchas broncas por estar tantas horas jugando, pero ahora están orgullosos de que forme parte de un proyecto como éste, tan innovador y con tanto potencial», explica Lucas Rojo, que es director deportivo y, además, entrenador del equipo de League of Legends. Advirtió que era su momento en los e-Sports en 2013 y sitúa el boom de los deportes electrónicos en España el año pasado. Ahora, su desafío, además de contribuir al desarrollo del equipo y la divulgación de los e-Sports, es llevar a Movistar Riders a la Primera División de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP) en este juego en concreto. Por su parte, Juan Antonio Escobar está encantado con la nueva ciudad deportiva sede de Movistar Riders. «Es una salvajada de instalación», resume con sorpresa. Empezó jugando a los 16 años y con 18 se dio cuenta de que quería dedicarse a los deportes electrónicos.

El formato de competición es similar al de otras competiciones deportivas tradicionales y, después de proclamarse campeón de España con el G2 Vodafone, tiene como objetivo principal el ascenso.