En Marratxí, poca luz, pero mucha originalidad, participación y vistosas coreografías. | P. Pellicer

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Es una pena que la organización del Carnaval de Marratxí no entienda que el Carnaval con luz es mucho más vistoso que sin ella, o con luz artificial -y sin ella en según que tramos-. Sí, porque pierde encanto. Y es una lástima, puesto que este Carnaval es para lucirlo, sobre todo por la imaginación de la que hacen gala los que forman las comparsas, a las que han incluido coreografías, algunas espectaculares y nada fáciles de coordinar -la de las mariposas con las mamás llevando a sus hijos sujetos a su pecho-, pero que sin embargo lo han logrado, suponemos que a costa de muchos ensayos y no pocos diseños, esto referido al vestuario, casi todo diseñado para la ocasión y hecho a mano.

El primer premio recayó en Es Liceu, el segundo en Circ Bellver y el tercero en Apaches de Marratxí. El premio local fue para los Egipsy King

En cuanto al público, muy numeroso -incluso en los espacios en los que apenas había luz-, se lo pasó bien, porque motivos para ello los había.

Ha sido, además, una rua de récord, ya que han desfilado 19 carrozas con un total de 1.100 disfraces, además de las de Marratxí, llegadas de otros puntos de la Isla, como Palma, Santa María, Esporles, Es Figueral, S’Aranjassa, Campos, Llucmajor...

El fin de fiesta, casi tres horas después de que diera comienzo la Rua, la primera de Mallorca, se celebró en Son Marçal, donde, tras darse a conoces los premios, hubo chocolatada .