Imagen que deja patente las diferencias entre la figura original y la restauración perpetrada por esta vecina voluntariosa. | Twitter

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Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, aunque esta tiene su miga. Al parecer, el mundialmente conocido Ecce Homo de Borja ha creado escuela, y Cecilia, la señora que trató de restaurar la imagen religiosa con escaso éxito, tiene algunos seguidores artísticos.

La imagen que acompaña este texto se ha visto en Gran Sudbury, una población cercana a Ontario (Canadá), y es, como en el caso de la localidad aragonesa, resultado de un intento de restauración por parte de una artista local.

Se trata de Heather Wise, quien se ofreció a arreglar desinteresadamente la estatua que representa a la Virgen María y el niño Jesús al conocer que la cabeza de este había sido arrancada por vándalos.

Según explican medios locales, consiguió el permiso del párroco para reemplazar la testa de piedra por una de arcilla de forma temporal, mientras creaba la nueva.

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Lo que no calculó fue la reacción de los feligreses de la parroquia de St. Anne des Pins, entre la sorpresa, la indignación y la incredulidad, por las manifiestas diferencias morfológicas entre la representación del hijo de Dios y la de su madre. Nadie diría que existiera entre ambos parentesco alguno.

La fotografía lleva un tiempo circulando con fuerza en las redes sociales, que se han llenado de 'memes' y comentarios, muchos remitiendo a los parecidos razonables de la creación, entre ellos con la benjamina de la familia amarilla más conocida de la televisión, Maggie Simpson.

Ahora Heather reconoce que no tenía experiencia esculpiendo en piedra, y ha puesto su creación en manos más profesionales, para tratar de terminar el encargo a principios de 2017 de forma satisfactoria para todos.

Aún así, quien sabe si su aportación habrá servido al menos para que más personas conozcan Gran Sudbury, convirtiendo a la estatua en su principal foco de atención mediática y turística, como sucedió en Borja.