Pepe (derecha) muestra en el programa de la televisión catalana su catamarán cuando aún era un proyecto sin terminar. | CCMA

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Pepe era una persona anónima, hasta que la llegada de un programa de televisión le cambió la vida. Vivía como tantos otros vecinos de Castellfollit de la Roca (la Garrotxa, Girona), aunque su historia era muy especial.

Enfermo de un cáncer que se le ha reproducido tres veces y sin tratamiento porque su cuerpo ya no lo tolera, se embarcó –y nunca mejor dicho– en la aventura de su vida: construir con sus propias manos un catamarán para embarcarse con destino a las islas de San Blas, en Panamá.

Pocos sabían algo del ambicioso proyecto hasta que llegó el programa de TV3 'El foraster', retratando la apuesta vital y la sonrisa de Pepe, un hecho que emocionó a la audiencia y generó un ingente torrente de solidaridad.

Tras muchos meses de trabajo faltaban algunos arreglos, cuyo coste ascendía a algo más de mil euros. Pero el efecto de contar su apuesta en televisión le posibilitó reunir en pocos días más de doce mil euros.

Además, algunas empresas del sector náutico contactaron con él para ayudarle o cederle gratis el material necesario.

Pasados unos meses, el espacio conducido por Quim Masferrer volvió a Castellfollit para ser testigo de cómo, gracias a una grúa, sacaban el barco ya terminado del interior del patio de la casa de Pepe, donde este había sido creado, para trasladarlo a la costa de Roses y ser botado. Fue una gran fiesta para la localidad y un sueño hecho realidad para Pepe.

En los próximos días el navegante testará el funcionamiento de su barco y, si todo está en orden, partirá hacia Canarias, para en noviembre emprender la travesía del Atlántico en solitario, y llegar así a su ansiado paraíso.

Además, cuando su cuerpo le diga basta y falte, el trabajo de Pepe no habrá sido en vano. Ya ha dejado testigo de que este barco, en el que ha colaborado todo Castellfollit, será para uso y disfrute del pueblo.