Una perra se protege del sol bajo una sombrilla en la playa de Levante de la ciudad de Barcelona, que estrena su primera playa para perros durante el verano. | Quique García

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El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto este martes la primera playa para perros de la ciudad, una parte de la playa de Llevant acondicionada para que los animales y sus dueños puedan disfrutar del mar durante la temporada de baño, que en la ciudad empieza alrededor de Semana Santa y termina el 25 de septiembre.

Los perros no pueden acceder a las 10 playas del litoral barcelonés, pero este verano el gobierno de la alcaldesa Ada Colau ha decidido hacer una prueba piloto de convivencia entre canes y humanos en una áreas de 1.250 metros cuadrados, algo más de una manzana del Eixample, de la playa de Llevant, al norte de la ciudad, cerca del Fòrum y en el limite con Sant Adrià del Besos.

Aunque algunos vecinos de los edificios más cercanos se han acercado a esta área para manifestar su disconformidad con la medida, la comisionada de Ecología del Ayuntamiento de Barcelona, Eva Herrero, se ha mostrado convencida de que la prueba piloto y su evaluación conjunta con los vecinos servirán para que dentro de un año no haya conflicto, como ha sucedido con el acceso de los perros al Metro.

«Este espacio se eligió con criterios técnicos hace meses, cuando se decidió atender a una demanda histórica de personas con perros, porque se trata de una playa con espigón, lo que supone una delimitación natural», ha explicado la comisionada, que ha destacado que esta área supone el 0,2 % de la costa barcelonesa, «una ínfima parte del litoral».

Aún así, la comisionada de Ecología, no ha descartado que el año que viene, cuando se vuelva a montar el recinto, se amplíe su espacio o varíe su ubicación, según lo que se desprenda de la evaluación de la prueba piloto.

Eva Herrero ha destacado que desde el pasado mes de marzo, cuando se anunció la voluntad de habilitar una playa para perros, la oposición de los vecinos «se ha matizado» y sólo se han presentado dos alegaciones que, sin cuestionar la playa para los canes, proponen otra ubicación.

La comisionada ha recordado que Barcelona se ha declarado Ciudad amiga de los animales y ha apelado a disfrutar de los perros en este nuevo espacio de ocio «con responsabilidad».

En aras de esta convivencia y de la seguridad, ha precisado que sólo podrán acceder al recinto perros con la documentación en regla, es decir, con chip y censados, y se ha establecido que, como máximo, puedan disfrutar de ella cien perros a la vez.

La playa de perros barcelonesa cuenta con dos duchas de agua potable para personas y una especial para perros, un bebedero para los animales, dos urinarios «urbandogs» y dos papeleras encastadas en la arena.

Todo este mobiliario, junto a la cerca y la pasarela de madera de acceso al área, serán retirados a partir del 25 de setiembre.

Dos informadores medioambientales en dedicación exclusiva realizarán tareas de seguimiento, información a los usuarios y reparto de bolsas de recogida de excrementos.

Para mantener el espacio en las máximas condiciones de higiene, está previsto realizar un tratamiento de limpieza específico.