La arquitecta Zaha Hadidi junto al conseller de Turisme Celestí Alomar en Palma en el año 2002. | Redacción Digital

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La renombrada arquitecta británico-iraquí Zaha Hadid, entre cuyos diseños destaca el Centro Acuático de Londres usado en los Juegos Olímpicos de 2012, ha fallecido este jueves a los 65 años de edad, según ha informado su compañía.

«Zaha Hadid Architects ha confirmado con gran tristeza que Zaha Hadid murió de forma repentina en Miami a primeras horas de esta mañana», ha explicado la firma. «A principios de semana se enfermó de bronquitis y sufrió un ataque al corazón repentino mientras era tratada en un hospital», ha añadido.

Entre sus proyectos destacan también el Museo MAXXI de Roma, el Centro Heydar Aliyev en Bakú y un bloque de apartamentos junto al parque High Line de Manhattan.

«Es muy triste enterarse de la muerte de Zaha Hadid, era una inspiración y su legado vive en sus maravillosos edificios en Stratford y en todo el mundo», ha afirmado el alcalde de Londres, Boris Johnson, en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter.

Palma

La arquitecta iraquí Zaha Hadid defendió en Palma la necesidad de introducir elementos nuevos en los centros históricos para evitar que estos acaben convirtiéndose «en un gran hotel», como ha su juicio ha ocurrido en Venecia.

Hadid fue la encargada de cerrar el ciclo de conferencias «Futurisme: reinventar el territori» celebrado en Palma en el año 2002, donde manifestó su postura favorable a la reconstrucción, y la rehabilitación como premisas básicas de su estrategia urbanística, basada en adecuar el entorno con la historia de la comunidad.

La arquitecta, explicó que es necesario encontrar el equilibrio entre la innovación y la conservación en la rehabilitación de los centros históricos ya que, de lo contrario, se puede caer en la tentación de convertir estos espacios en lugares «estancados».

Zaha Hadid puso como ejemplo de lo expuesto el caso de Venecia, «una ciudad magnífica y preciosa, pero como no se ha hecho nada nuevo en ella se ha convertido en un espacio sin gente joven ni lugares para el trabajo».

Defensora de la recreación de los espacios para la gente y totalmente contraria a la «arquitectura de fachada», Hadid comentó que las ciudades «han de ser ellas mismas y ser lugares en los que la gente pueda participar. Hay poblaciones donde hay edificios muy bien conservados, pero no hay lugar para la reinvención».

A su entender, la innovación es «compatible con la rehabilitación», y apostó por incorporar elementos innovadores dentro de los espacios antiguos, respetando siempre su «historia» y su idiosincrasia.