En su despedida, María quisiera dar las gracias a todos sus clientes por el buen trato recibido. | Click

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María Sans Bil, la gasolinera de toda la vida de la calle Sant Miquel de Palma, se jubila tras 40 años de prestar servicios en ese lugar, día a día, de 7 de la mañana a 9 de la noche, incluso en fiestas de guardar. Recuerda que heredó el negocio de su padre, «y que desde que he estado al frente de él, pocas veces he fallado».

Antes de que su padre se hiciera cargo del surtidor, «este ya existía, pues si mal no recuerdo, aquí había uno muy antiguo, tanto que se remonta a 1924, lo que evidencia que los cambios que han tenido lugar en la calle no han podido con él».

Afirma que tanto su familia como ella, «estamos muy agradecidas al surtidor, porque gracias a él hemos vivido durante tantos años, pues mi padre lo cogió cuando vivíamos en Binissalem y yo tenía 13 años».

Afirma que aunque ella se jubile, el surtidor va a seguir funcionando, ahora con otra persona al frente de él, y que seguro que dará buen servicio.