En Pòrtol el cortejo salió sobre las 18.00 horas de Ca ses Monges, con la Banda de Música y el clero a la cabeza, seguidos de los enlutados llorando y gimiendo, además de autoridades locales. La sardina se llevó hasta la Plaça de Can Flor donde fue presa de las llamas. | Teresa Ayuga

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Este martes distintas localidades de Mallorca celebraron el Entierro de la Sardina, un acto en el que pone fin al Carnaval.

Así, el Entierro de la Sardina en Pòrtol, uno de los más concurridos, reunió a numeroso vecinos. La organización corrió a cargo de la Es Turó y los chicos de Espai Jove, que fueron los encargados de realizar y pintar la sardina, además de llevarla en procesión hasta la pira.

En Llucmajor, el Enterro d'es Carnaval estuvo organizado por la OCB y el Ajuntament. La comitiva, acompañada por la Banda de Música, terminó en la calle Costitució, donde se quemó un monigote.

En el Colegio Sagrat Cor los alumnos de 5º y 6º de Primaria protagonizaron el Entierro de la Sardina, vestidos de riguroso luto. El desfile iba encabezado por una batucada.

Felanitx vivió un particitivo entierro y con mucho humor de la comarca. Manacor recuperó, tras tres años de ausencia, su particular entierro, que salió del Convent hasta la plaza de sa Torre. En Son Carrió también se celebró este evento, que finalizó con una gran torrada.

En Lloseta la tradición manda que sean los quintos los protagonistas del cortejo fúnebre, que partió de la Mina acompañado de los tambores de los Sandungueros Samba Club de Lloseta. Búger y Mancor vivieron también con cierta sorna el Entierro de la Sardina. En Inca, este año se ha cambiado el recorrido de la comitiva fúnebre, que partió de la plaza Antoni Fluxà para recorrer el centro de la ciudad. En s'Arraco, la comitiva visitó varios bares antes de enterrar la sardina. El acto concluyó con una gran sardinada.