La modelo Pilar Rosario, practicando deporte. | Julián Aguirre

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Con motivo del Día Mundial de la Actividad Física y el Deporte, que se celebra este lunes, el coordinador de la Unidad de Medicina Deportiva del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, el doctor Alvaro Herrera, ha querido dar una serie de consejos para realizar ejercicio con seguridad a partir de los 35 años, entre los que destacan realizar un reconocimiento médico antes de empezar a practicar deporte, así como contar con un equipamiento deportivo adecuado, cómodo, seguro y de calidad.

La inactividad física es la causa principal de aproximadamente un 21-25 por ciento de los cánceres de mama y de colon, del 27 por ciento de los casos de diabetes y aproximadamente del 30 por ciento de la carga de cardiopatía isquémica, según los datos de la Organización Mundial de la Salud.

Por ello, el doctor Herrera ha profundizado en la importancia de realizar revisiones odontológicas regulares para constatar una buena salud bucal, cuando se realiza deporte, al igual que ha señalado que es vital cuidar la alimentación y la hidratación, ya que han de ser adecuadas a la actividad que se realice.

La progresividad en la intensidad, duración y frecuencia, también son fundamentales, ya que hay que combinar actividades de impacto y actividades de bajo impacto. Además, al inicio de la actividad hay que realizar un calentamiento global y específico, y al finalizar es fundamental los estiramientos para prevenir lesiones de todos los grupos musculares importantes, sea cual sea el tipo de deporte.

Evitar actividades físicas en condiciones de elevado calor, sobre todo si la humedad es alta, o hay frío intenso, no realizar ejercicio durante o en los días posteriores a cuadros infecciosos o febriles; Cesar la actividad y acudir al médico ante cualquier síntoma anormal, y no olvidar el asesoramiento cualificado que proporcionan médicos, entrenadores y fisioterapeutas, son otros de los consejos que ha compartido el doctor Herrera.

Por otro lado, a partir de los 65 años es importante tener en cuenta que el 85 por ciento de la población presenta alguna enfermedad crónica y el 45 por ciento alguna cardiopatía. Además, hay una elevada prevalencia de hipertensión arterial, un alto porcentaje toma algún tipo de medicación y, por último, en muchos casos existen antecedentes de alguna patología.

Por eso, es conveniente que este grupo de población realice un reconocimiento médico anual, lo más completo posible y adecuado a la persona y el tipo de actividad a realizar; evite la actividad física muy prolongada o intensa; realizar actividades de bajo impacto; evitar deportes de riesgo; practicar actividades físicas o deportivas en grupo para que sean más lúdicas, y tener en cuenta que la actividad física desproporcionada para la edad aumenta los riesgos cardiovasculares.

Beneficios del deporte en la infancia y la madurez

Incorporar la práctica deportiva facilita llegar a la madurez en la mejor condición física posible. Este hábito puede iniciarse a edades tempranas, a partir de los 6-7 años, ya que «permitirá que los pequeños crezcan sanos desde el punto de vista físico, mental y emocional», ha señalado el doctor Herrera.

De esta forma, los niños que realizan algún tipo de actividad física de manera regular fortalecen su autoestima; aprenden a controlar sus emociones; mejoran su desarrollo psico-motor, la coordinación y sus habilidades sociales; favorecen el rendimiento académico; mejoran su conciencia corporal y su cuidado, y desarrollan un sistema músculo-esquelético más fuerte, aumentando la elasticidad de los tejidos y permitiendo un crecimiento más saludable.

Además, la práctica deportiva en los más pequeños también hace que mantengan mejor su peso corporal, previniendo la obesidad; mejoran la calidad del sueño; disminuyen el riesgo de padecer diabetes mellitus tipo II, HTA y otros factores de riesgo cardio-vascular, y favorece el que no se inicien en hábitos tóxicos, como el tabaquismo.

El doctor Herrera también ha señalado que incrementar la actividad física en la madurez reporta beneficios como la mejora de la calidad de vida; ayuda a mejorar la alimentación, mantener un peso adecuado y prevenir la obesidad; favorece la prevención/eliminación de hábitos tóxicos como el tabaquismo; reduce las cifras de tensión arterial; mejora la ansiedad, la depresión y el estrés; mejora la autoestima, y previene la elevación de las cifras de glucosa por lo que se reduce la necesidad de insulina en los diabéticos.

Por último, otros de los beneficios de la práctica deportiva en la madurez pasan por aumentar los niveles de colesterol HDL (bueno) y reducir las cifras de colesterol LDL (malo) y triglicéridos, mejorar la calidad del sueño, la agilidad, los reflejos, la resistencia aeróbica, la fuerza muscular, la velocidad, la movilidad articular, o el sistema inmunológico, y disminuir el riesgo de padecer osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y demencias seniles.