La ministra de Sanidad, Elena Salgado, y Encarnación Orozco, directora del plan contra la Violencia.

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Los médicos de atención primaria deberán registrar en la historia clínica de una paciente la existencia de sospechas de que padece malos tratos, aunque ésta no los reconozca, según el protocolo para la detección precoz de violencia de género presentado por la ministra de Sanidad, Elena Salgado.

Para ello establece, en caso de sospecha, preguntas de abordaje en la primera visita como «cómo van las cosas por casa».

Según explicó Salgado, las mujeres que han denunciado violencia de género habían acudido de media dos veces al médico en los últimos seis meses y en ninguna de las ocasiones se había detectado la existencia de maltrato.

El Protocolo, elaborado conjuntamente por el Ministerio, las Comunidades Autónomas, la Delegación Especial del Gobierno para Violencia de Género y el Instituto de la Mujer, pretende proporcionar a los médicos pautas de intervención homogéneas en el seguimiento y detección temprana de la violencia de género, señaló Salgado.

La ministra recordó que entre un 20 y un 25 por cien de las mujeres europeas han experimentado violencia física al menos una vez en sus vidas y una de cada diez han padecido violencia sexual. Si se computan todas las formas de violencia, el porcentaje se eleva al 45 por cien.

En el aspecto económico, Salgado señaló que un estudio llevado a cabo en Reino Unido estima en 34.000 millones de euros anuales el coste total de la violencia de género.

Entre las dificultades para detectar el maltrato en las consultas de atención primaria Salgado destacó las que provienen de la propia mujer que no reconoce que sufre violencia, las que proceden del médico por desconocimiento de la situación o de los recursos con los que cuenta el sistema para abordar la situación. También citó la sobrecarga de trabajo de los facultativos, la falta de privacidad, el idioma o que muchas mujeres acuden a las consultas acompañadas por su pareja.