Pere Navarro, nuevo director general de Tráfico, presentó ayer la campaña.

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La Dirección General de Tráfico (DGT) prevé que a partir del próximo mes de octubre comience a examinar a los aspirantes a conductores (permiso de conducir clase B) con un nuevo test teórico, que contendrá como mínimo un 50 por ciento de preguntas de Seguridad Vial, reservando el resto para cuestiones sobre señales y normativa. Los exámenes serán elaborados aleatoriamente a través de un sistema informático en el momento de la prueba, lo que impedirá la picaresca de los alumnos.

Así lo adelantó ayer el subdirector de Educación, Formación y Divulgación Vial de la DGT, Antonio Riu, que presentó, junto con el director general de Tráfico, Pere Navarro, la nueva campaña de control del uso del móvil durante la conducción.

El formato también variará ya que se presentarán cuatro respuestas posibles en las que más de una podrá ser correcta, y el margen de error aumenta del 10 al 20% (unos 7 fallos posibles).

«Uno de los objetivos estratégicos para este año es la renovación completa de las pruebas teóricas para obtener el permiso de conducir», recalcó. «La forma de hacer los exámenes venía regida por normas bastante antiguas y el formato de los exámenes no había cambiado en los últimos años. Teníamos unas pruebas teóricas centradas en las reglas, pero no tanto en ver si el aspirante conocía la razón de las normas».

A su juicio, es más correcto una cultura suficiente de seguridad vial, con independencia además de que conozca las normas básicas de convivencia cuando va conduciendo.

Por ello, la DGT trabaja en las nuevas preguntas, que estarán listas en junio, pero que no podrán implantarse hasta el mes de octubre, cuando esté aprobado el nuevo Reglamento de Conductores. Además, los aspirantes dejarán de examinarse en papel porque se utilizarán medios informáticos. Así, Riu precisó que en octubre se implantarán los nuevos exámenes todavía en papel, pero que en 2006 se prevé que todos los alumnos se examinen en España con un ordenador.