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Durante los días en los que los termómetros bajan más de lo normal los coches sufren más. Además, es habitual que se dispare el gasto en combustible ya que se hace un mayor uso de la calefacción y en muchas ocasiones esta regula de manera errónea, lo que provoca un aumento del consumo e incluso un efecto opuesto al esperado ya que el habitáculo puede tardar más en calentarse.

Para utilizar de manera correcta o, por lo menos más eficiente, el climatizador o la calefacción del coche, es conveniente seguir una serie de consejos que evitarán esos primeros minutos (que se hacen interminables) en los que el frío parece no querer salir del interior del vehículo, además de daños en la mecánica.

El primer paso, que siempre es el más determinante, es esperar unos segundos. Al arrancar el coche en un día de frío más extremo, se tiende a activar la calefacción a tope y esperar a que el aire salga caliente. Sin embargo, es mucho más efectivo dejar unos segundos o un minuto de tiempo para que se caliente el motor: así se evita que el aire que pasa al interior siga a la temperatura del exterior.

Para conseguir una mejor y más rápida distribución del aire caliente, lo más conveniente es abrir la salida de los pies. Este consejo sigue una lógica física: el aire caliente tiende a subir, por lo que se conseguirá calentar el habitáculo en su totalidad de manera homogénea y más efectiva.

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Por último pero no por ello menos importante, hay que evitar los 'calentones' iniciales. La temperatura debe estar regulada entre unos 20 o 21 grados. Además de un calor agradable y menos agobiante, el sistema de climatización del coche sufrirá mucho menos.

Hay algunos trucos que se pueden aplicar si se quiere viajar caliente pero, a la vez, limitar el gasto de combustible. El primero sigue siendo dejar que el motor se caliente antes de encender la calefacción, ya que así se evita que el sistema gaste la batería y 'chupe' más carburante.

Mantener la temperatura en los límites antes establecidos también alivia el gasto de gasolina o diésel, ya que a más grados en el climatizador más esfuerzo tendrá que hacer el vehículo y, por tanto, más gastará.

Igualmente, es aconsejable apagar la recirculación del aire para que este pase por el radiador y llegue antes al habitáculo. También es recomendable apagar la calefacción antes de llegar al destino, con el interior todavía caliente, salvará algún céntimo de gasolina.