Cuando el motor del vehículo se sobrecalienta puede provocar daños en la mecánica del coche.

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Los termómetros ya van dando un respiro y toca despedir del todo a los últimos coletazos del verano. Pero, aún así, hay peligros para nuestros coches que se suelen asociar con el calor y sin embargo también acechan cuando bajan las temperaturas, ya que muchas veces son síntoma de algún problema (mecánico o no) y no tienen nada que ver con la estación del año.

Nos referimos, por ejemplo, a los sobrecalentamientos que puede sufrir el motor del vehículo. Aunque en los modelos más actuales es prácticamente imposible que el motor sufra un aumento de temperatura ya que cuentan con grandes mecanismos para evitar este tipo de situaciones, los coches con algo de edad pueden resentirse sobre todo en los viajes largos.

Que suba la aguja del termostato del motor es un hecho motivado por muy diferentes causas, algunas graves y otras de fácil solución. Si se da esta situación mientras estamos conduciendo, es importante saber reaccionar adecuadamente para evitar agravar el problema o incluso provocar un daño peor. Para ello, aquí van seis trucos muy sencillos de aplicar:

  1. No parar de golpe. Aunque nos sintamos tentados a parar el motor de golpe al ver que la temperatura sube, lo más beneficioso para el motor es ir parando poco a poco para la transferencia de temperatura podría provocar daños en la culata y las válvulas.
  2. ​Apagar el aire acondicionado y bajar las ventanillas. Será una carga menos que tendrá que soportar el motor.
  3. Pon la calefacción. Por supuesto, si estás en parado y puedes salir del coche. Hacer una transferencia de calor puede aliviar la temperatura del motor.
  4. ​Usa el pedal del acelerador y el freno motor. Si estás parado, pon el coche en punto muerto y pisa el acelerador para ayudar a la bomba de agua a funcionar. Si estás en un atasco, no aceleres y usa el freno motor.
  5. ​Comprueba el ventilador. Revisa que el ventilador del motor funciona correctamente si la temperatura no baja.
  6. ​Rellena el líquido refrigerante. Cuando consigas que el coche se enfríe, enciende el motor y poco a poco llena el vaso de expansión de líquido refrigerante.