Bernardo Company se muestra orgulloso de este Citröen 11 Ligero de 1934 que pasó a sus manos de forma definitiva en 2000 | Miquel Àngel Llabrés

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Bernardo Company ha sabido a lo largo de los años rodearse de un par de coches con historia. Ya tuvimos ocasión de conocer su Willy GPV de 1944 4x4 estándar de la II Guerra Mundial, una verdadera joya con una gran historia detrás de sus más de setenta años.

En esta ocasión nos muestra su Stromber de 1934 o Citröen 11 Ligero, un coche que fue propiedad de Sergio Otzoup, un ciudadano soviético que abandonó su país al final de la Primera Guerra Mundial en busca de un futuro mejor. Tras pasar por diferentes países europeos llegó a España en los años 30, donde consiguió hacerse un hueco en la inteligencia española debido a que había estado a las órdenes del último Zar ruso. Se dice que hasta establó amistad con Franco y lo acompañaba de cacería con este mismo vehículo que llegó a España procedente de Francia y aquí fue matriculado.

Por lo que respecta a cuando llegó a las manos de Bernardo, nos comenta que fue en el año 2000, cuando la documentación la pasó a su nombre, pero con anterioridad ya era como si fuera suyo, pues desde 1980 lo conducía para llevar a pasear a Pedro, que era su nuevo propietario tras heredarlo de su padre y su esposa. Ahora nuestro protagonista lo aprovecha para salir a pasear algún domingo con su mujer y un grupo de amigos que comparten su pasión por los clásicos. Es el final de todas estas joyas que, de no ser por el trabajo desinteresado de algunos pocos, terminarían por perderse.

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MODELO BUSCADO
En cuanto al coche, decir que el Citroën 11 Ligero es un modelo muy buscado por los coleccionistas y muy difícil de conseguir. Nace en 1934 y fue sufriendo distintas modificaciones hasta que en julio de 1957 se producirán los últimos modelos. En 1934, Citroën lanzaba el modelo 7 CV, conocido como Traction Avant y, en España, como Citroën ‘Pato’. Al revolucionario concepto técnico de estos coches se unió el elevadísimo coste de la maquinaria necesaria para su producción, lo que sumió a André Citroën en una crisis financiera que le obligó a ceder su empresa. Por suerte, pasó a ser controlada por Michelin, que aseguró su continuidad.

NOVEDADES
La lista de novedades técnicas aportadas por Citroën es tan larga que da miedo citar algunos ejemplos por el riesgo de olvidar otros más importantes. Pero baste decir que en 1924 adoptó por vez primera los frenos hidráulicos sobre las cuatro ruedas; en 1925, la carrocería todo acero; en 1926, el servofreno; en 1932, la carrocería monocasco; y en 1934, las ruedas delanteras motrices y directrices, es decir, la tracción. Los hermanos Michelin adoptaron el mismo espíritu y, así, en 1936 apareció la dirección de cremallera; en 1953, la suspensión hidroneumática; en 1954, el embrague centrífugo; en 1956, los frenos de disco, etc.

Con el objetivo de ampliar la gama más allá de los Traction 7, Citroën decide desarrollar una versión más larga y amplia con el mismo motor de cuatro cilindros, pero ampliado a 11 CV fiscales (1.911 cm3), denominado 11 A y presentado en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1934.