Amplia capacidad de carga, practicidad en su uso y confortabilidad en la conducción coinciden en la nueva furgoneta de MB,

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La marca alemana está aplicando en sus nuevas furgonetas –de forma muy acertada– gran parte de la filosofía de los últimos modelos Mercedes, es decir, la de la modernidad, calidad, seguridad y tecnología. La Mercedes-Benz Sprinter no se escapa de esta nueva tesitura, cosa que agradecerán sobremanera los conductores que tengan que pasarse gran parte de su jornada en la carretera a los mandos de este vehículo.

Este modelo comercial se puso a la venta en 1995 y compartía plataforma y carrocería con Volkswagen. La evolución desde esa primera generación ha sido espectacular. Nosotros hemos probado la versión de carga, aunque también está disponible en la versión Tourer, que puede contar con hasta tres filas de asientos de 2 ó 3 plazas. La nueva Sprinter también refleja ahora el concepto de diseño de los turismos Mercedes-Benz. Esta estética es de lo más interesante por la configuración moderna de las superficies. Algunos rasgos destacados son la característica vista frontal con la estrella Mercedes de formato grande en el centro Una ventaja adicional es la menor resistencia aerodinámica del vehículo.

Puede contar con detalles importantes, como los faros LED High Performance junto con luces traseras en técnica LED parcial, la parrilla del radiador cromada, etc. La versión que hemos probado es la 313 CDI, que monta un motor diésel de 2.143 cc y 129 CV, que ofrece al conductor unas prestaciones de lo más interesantes, incluso llevándolo cargado.

De hecho, cabe destacar que ofrece una aceleración que nos ha sorprendido desde inicio. El hecho de llevar cambio automático al estilo de los turismos de la marca alemana, le ayuda a la facilidad de conducción.

Las prestaciones en sí ya hemos dicho que son inmejorables, lo cual se complementa con un consumo también bastante moderado. Los 6,6 litros anunciados por la marca sólo los hemos conseguido subir hasta los 7,4, una cifra que tampoco está nada mal.

En carretera se muestra bastante más efectivo que otras furgonetas del mercado, aunque la posición de conducción es la típica de este tipo de vehículos. Las suspensiones absorben bastante bien las irregularidades a pesar de que la dureza tenga que ser alta para poder cargarlo con garantías.

Es evidente que el volumen de un vehículo alto y de más de cinco metros de largo tiene sus dificultades de manejo, que se minimizan al tener extras tan interesantes y prácticas como la cámara trasera, que reduce la falta de visibilidad al no tener espejo retrovisor en el interior.

INTERIOR
Otro aspecto que ha cambiado absolutamente en este vehículo es el interior de la cabina, ya que en según qué aspectos se parece bastante a los últimos vehículos de la marca alemana, es decir, que la tecnología no es una parte testimonial, sino que incluye climatizador digital, cámara trasera, se puede interactuar verbalmente con ella, aunque con menos funciones que en el nuevo Clase A, con el que casi se puede mantener una conversación.

La seguridad también se encuentra muy presente en este modelo con elementos tan importantes como el airbag de pelvis y tórax para conductor y acompañante o el avisador de cinturón para el asiento del acompañante. Los cinturones de seguridad de 3 puntos de conductor y acompañante disponen de pretensores de cinturón, que ciñen la cinta del cinturón de seguridad al cuerpo en caso de colisión.

El avisador de cinturón no abrochado para el asiento del conductor y del acompañante recuerda con una señal óptica y acústica la necesidad de colocarse el cinturón de seguridad al iniciar la marcha.