Toni Soto sentado sobre su Chevrolet Corvette C4 de color granate. | María de Lluc García

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Toni Soto es el propietario de este magnífico Chevrolette Corvete C4 Cabrio automático del 92 que se compró en el año 2006 como regalo de Navidad. Este descapotable es una de sus pequeñas reliquias, aunque cuenta con ocho coches y trece motos más en su colección. El automóvil tiene una preparación alemana que lo convierte en el único del mundo. No obstante, si su dueño tuviera que elegir una palabra para describirlo sería «diversión».

Soto encontró hace diez años este fabuloso cabrio tras realizar una intensa búsqueda por internet. «Estaba de baja por problemas de espalda mirando coches por el ordenador y me llamó la atención ver un Corvette en tan buen estado. Contacté con el vendedor, pero no me quiso dar muchos detalles. Aun así, yo estaba muy ilusionado y quería quedármelo».

Una vez recuperado de su malestar se fue a es Pla de Na Tesa, lugar en el que se encontraba el vehículo, donde se recorrió todas las calles hasta que en el interior de una cochera lo vio y le gustó. A partir de ese momento, llegó a un acuerdo con su anterior propietario y se lo auto-regaló por Navidad.

AMANTE DE LA MECÁNICA

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A este enamorado de la mecánica le apasiona arreglar vehículos para que ninguno sea igual. Por ese motivo, adquiere la mayoría de veces coches accidentados con el objetivo de cambiarlos y después venderlos o quedárselos. Sin embargo, con el C4 no quiso perseguir esa meta. «Quería un coche que no tuviese que modificarlo y éste estaba más o menos bien, sólo le arreglé cuatro cositas».

El Chevrolet Corvette C4 es un automóvil deportivo muscle car fabricado por la marca estadounidense Chevrolet. La producción de este modelo comenzó en 1983 y finalizó en 1996. Cuenta con un motor de 5.733 cc que desarrolla 350 CV de potencia. La carrocería, de dos puertas, no tiene maletero, solo el hueco donde se esconde el toldo, cuatro salidas de escape y calza unos neumáticos de 335 en las ruedas traseras, los más grandes que fabrica Michelin para coches.

Su interior se ilumina con luces led de diferentes colores, con un total de 150 combinaciones que ha instalado su propietario. Los espejos son otras de las particularidades que tiene: tres en el capó y uno en la zona para repostar combustible. Actualmente lleva su color original, aunque su titular tiene pensado pintarlo de otro muy distinto.
Toni utiliza su automóvil los fines de semana para hacer quedadas o para acudir a algún evento con su club American Car Club Mallorca.

Como anécdota, nos explica que la última vez que pidió una pieza a Estados Unidos, una le llegó y la otra no. Estuvo perdida tres meses en el aeropuerto de Barajas (Madrid) y nunca apareció. Ese día había un acto que celebraba su asociación y tuvo que ir sin su pequeña joya. También cuenta que en muchas ocasiones le han pedido hacerse fotos con el automóvil. «Más de uno cuando me ha visto pasar me ha dicho: pisa el acelerador, y yo, claro con el radar allí al lado».

Este amante de los coches quiere tener más, asegura que nunca se cansará de la diversión que le dan.