El Fullback está bien preparado para circular por todo tipo de terrenos. | Miquel Àngel Llabrés

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La marca italiana sorprende a propios y extraños poniendo a la venta este nuevo Pick Up, que aunque Fiat lo enmarque en su facción profesional, nos ha sorprendido mucho su polivalencia. Cuando en España hablamos de este tipo de vehículos, hay dos superventas absolutos, que son sin duda el Mitsubishi L200 y el Nissan Navara, que se han ganado este privilegio por el hecho de ser vehículos cómodos en el interior y muy prácticos gracias a su gran capacidad de carga. En EEUU quizá tengan más éxito los Ford Ranger o los Land Rover Defender Pick UP, que son tal vez más de batalla, sobre todo este último, a los que se podrían sumar el SsangYong Actyon Professional o el Volkswagen Amarok, que también tienen sus clientes.

Pues si ya nos referimos al vehículo que hoy nos ocupa, el Fiat Fullback, ahora veremos que no tiene mucho que envidiar a todos los que hemos nombrado antes ni por capacidad ni por calidad en acabados ni por polivalencia. A esto podemos añadir que los motores elegidos también han demostrado su fiabilidad a lo largo de los años y, evidentemente, se les han hecho mejoras importantes.

Estéticamente destaca por tener un diseño bastante moderno, sobre todo la parte delantera, porque la posterior es más clásica. La unidad que hemos probado contaba con las barras embellecedoras en la zona de carga, que le quedan muy bien. De la estética también cabe destacar su gran altura, aunque el acceso al interior no se hace difícil gracias al escalón cromado de la parte inferior.

MOTORES
En cuanto a propulsores, sólo hay por ahora uno disponible, diésel de 2,4 litros, aunque se puede adquirir con dos potencias diferentes, una de 150 CV y otra más poderosa de 180, que es la que hemos probado nosotros.

Otra de las sorpresas que nos ha dado este nuevo modelo es la facilidad que tiene este vehículo para acelerar, ya que previamente puede parecer un vehículo pesado y difícil de hacer avanzar con agilidad. Pues no. Sube bastante bien de vueltas, lo cual viene avalado por una muy buena cifra de par, de 430 Nm a 2.500 vueltas. De hecho, la aceleración es muy rápida en cualquier régimen de vueltas; incluso en la recuperación de revoluciones en marchas largas el Fullback ofrece un buen comportmiento, aunque aquí es donde más se nota su mayor peso y volumen.
En el comportamiento en carretera es el lugar en el que apreciamos este enfoque más de comercial que de turismo, sin que llegue a ser molesto. Pero la comodidad de los ocupantes se ve un poco mermada por el hecho de llevar ballestas en el tren posterior, que es lo que tiene que llevar por esa gran capacidad de carga que posee.

En las curvas tiende al balanceo propio de este vehículo, aunque no llega a subvirar ni a sobrevirar en absoluto, con lo que se mantiene la dirección deseada sin dificultad.

El interior es también uno de sus grandes atractivos en todos los sentidos. La calidad de los materiales es bastante buena, mejor que la de otros vehículos de la marca no destinados a la carga, y las plazas posteriores destacan por su amplitud y comodidad. De hecho, tres adultos pueden ir sentados en la parte posterior sin estrecheces de ningún tipo. El equipamiento de serie es más propio de una berlina que de un vehículo de este tipo.

El ‘maletero’ trasero no hay duda de que es uno de los grandes alicientes de este modelo, con unas medidas de 1’52 X 1’47 metros, del todo regular, que permite hasta una tonelada de carga útil, que no está nada mal.