La marca francesa lleva a cabo la transición de convertir los vehículos Citroën en la marca DS, que se distingue por una mayor exclusividad. | Miquel Àngel Llabrés

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La marca francesa Citroën acaba de desligar su imagen más exclusiva y deportiva DS de la propia marca, creando así un producto teóricamente dindependiente y diferenciado, aunque están plenamente emparentados. De hecho, el DS 4 es el primer modelo que ha sustituido el logo Citroen por el propio.

Estéticamente, el nuevo DS4 no se diferencia mucho del que se puso a la venta en el año 2010, aunque los faros delanteros es donde se ha trabajado más. Así, la iluminación led es una de sus grandes mejoras, lo cual actualiza el producto.

Lateralmente destaca por tener unas llantas de aleación de perfil muy bajo que simulan carbono y metal, una combinación que queda muy bien, aunque el dibujo de la llanta es un poco recargado.

La parte posterior cuenta con unos faros prácticamente iguales a los de la versión anterior, y que tienen mucho parecido con los del resto de la gama de la marca francesa. Hay que decir que aún conservan un espíritu joven, que es el que transmite la estética de este vehículo. El cromado de la parte inferior y los parachoques sobredimensionados acaban de darle este toque deportivo tan necesario en un vehículo de sus características.

MOTOR
El motor que hemos probado es el BlueHDi de 180 Cv de potencia con cambio automático EAT6, que lleva cambio semisecuencial en la misma palanca. Es una pena que no lo lleve en el volante como otros, lo cual le daría un carácter más deportivo. Hay que reconocer que este propulsor nos ha sorprendido muy gratamente porque ya con la palanca en posición automática tiene una respuesta bastante enérgica. Cuando pulsas el botón S de Sport, sube aún más rápido de vueltas y tarda más en hacer el cambio de marcha.

La velocidad máxima del vehículo es de 205 Km/h y se pone de 0 a 100 Km/h en tan sólo 8’6 segundos, aunque parece que puede tardar aún menos.

CONSUMO
El consumo del vehículo también es muy contenido, sobre todo tratándose de un vehículo con cambio automático. Los 4’4 litros anunciados por la marca nosotros los hemos llevado hasta los 5’8, que tampoco está nada mal teniendo en cuenta las prestaciones del coche.

En cuanto al comportamiento en carretera, el DS4 muestra un cierto balanceo nada incómodo y que no repercute negativamente en su estabilidad, aunque sí que lo marca un poco. Hay que decir que se mantiene muy bien en la carretera en las curvas.

El interior del vehículo, obviamente tiene mucho parecido con el de la gama de vehículos Citroën, una cosa que quizá con el tiempo cambie un poco y se desmarque más con esta nueva política de la empresa gala. Por ahora el marcador continúa siendo prácticamente el mismo que el del C4, con un fondo azul y con un marcado carácter digital, lo cual le resta un poco de precisión. Llama la atención el hecho de que un vehículo más o menos deportivo tenga un volante tan grande cuando en teoría tendría que ser al revés, más pequeño.

La pantalla táctil del centro es muy práctica y de fácil manejo, lo cual hace que se haga más fácil conducirlo.