El Skoda Fabia ofrece un diseño bastante convencional que puede gustar a clientes de todas las edades.

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Ya hace más de quince años que se puso a la venta la primera versión de este modelo, concretamente en el año 2000.
En esta, su tercera versión, el Fabia ha conseguido una madurez manifiesta, con una estética muy bien conseguida entre modernidad y sobriedad, con unos motores excepcionales y con un equipamiento y calidades bastante buenos en relación a su precio.

El Fabia no es un coche de dimensiones pequeñas, sino que es muy equilibrado en todos los sentidos, ya que los ocupantes de las plazas posteriores tienen suficiente espacio para las piernas y el maletero también cuenta con una capacidad generosa (330 l.) para llevar objetos bastante grandes sin problemas.

La parte delantera del vehículo se caracteriza por tener unos faros de dimensiones considerables, muy en la línea de los vehículos del resto de gama de Skoda.
La parte posterior es la que más ha cambiado respecto a la versión anterior, al tener unos faros más angulados, un poco más pequeños que los de la variante anterior y que son muy agradables a la vista al conferir al vehículo una cierta sobriedad que no le viene nada mal.

Otro elemento estético que llama poderosamente la atención y que ya hace tiempo que está disponible en los modelos de la marca es la posibilidad de combinar los colores de la carrocería, con los del techo y con los de las llantas. En este caso, los colores azul y blanco encajan perfectamente.

PROPULSOR

El motor que hemos probado es el más popular de todos, el 1.0 MPI de tres cilindros y 75 CV que se ha estrenado en la última versión del modelo y que tanto éxito está teniendo también en el Volkswagen Polo o en el Seat Ibiza. El propulsor no se puede decir que tenga unas grandes prestaciones, pero en carretera se muestra bastante enérgico a la hora de adelantar. Se mueve mejor en altas revoluciones que en bajas. Mejor bajar marchas a la hora de adelantar porque si no se muestra algo perezoso en la recuperación.

Otro hecho que me ha llamado la atención del motor es que va bastante revolucionado en 5ª velocidad, ya que a 120 Km/h ya pasa un poco de las 4.000 vueltas.
El consumo del Fabia es bastante reducido, porque los 4’8 litros a los 100 Km que anuncia la marca, los hemos llevado a los 5’8 en una conducción mixta, que no es una cifra ni alta ni baja.
El interior ya hemos dicho al principio que es muy equilibrado en todos los aspectos. El marcador es muy parecido al que lleva el Polo o el Golf. La parte central cuenta con una pantalla con la información necesaria para conducir de forma fácil y segura.

La pantalla de la consola central del vehículo, que es táctil, refuerza la información sobre algunos aspectos y permite ajustar algunos elementos del propio coche.

De la consola central también hemos de destacar que cuente con aire acondicionado y no climatizador, aunque en las versiones más altas de gama sí que está disponible. Del interior otro aspecto que no nos ha gustado excesivamente es el material utilizado en los asientos, que los hace muy fríos y como si no tuvieran la calidad necesaria.
El resto de acabados del Fabia están a una gran altura, lo cual es de agradecer en un vehículo de entrada a la gama que va dirigido a un tipo de público que busca practicidad a buen precio.