El nuevo Clase C se caracteriza por tener un diseño mucho más agresivo, sin perder de vista el carácter señorial que siempre ha distinguido a la marca alemana.

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La marca alemana tiene muchas esperanzas depositadas en este nuevo Clase C, y lo cierto es que son muy fundadas porque no hay duda de que se trata de una de las berlinas más atractivas de su segmento.

La marca alemana ha cambiado claramente su rumbo desde hace más o menos dos años, para ofrecer a sus clientes unos productos mucho más modernos y atractivos, huyendo de los elementos totalmente clásicos que tenían hasta hace poco sus modelos. De hecho, la tecnología utilizada por la marca es de lo más vanguardista, aderezada con el toque de distinción que caracteriza a los vehículos del fabricante germano.

Este nuevo Clase C se caracteriza por contar con un frontal muy agresivo, en el que destacan unos faros de dimensiones considerables, acompañados de una parrilla frontal también muy grande. En esta parte central también cabe resaltar las dos salidas de aire del faldón delantero, que acaban de redondear el conjunto.

La parte posterior, si bien no es tal vez tan espectacular como la anterior, sí que cuenta con unos faros originales, un poco ovalados a los que acompaña una doble salida de escape (una en cada lateral) muy interesante.

MOTOR

El propulsor que hemos probado es el 220 BlueTEC, un motor diésel de cuatro cilindros y 2.143 cc que cuenta con una potencia máxima de 170 CV.

Este propulsor nos ha sorprendido gratamente gracias a tener un empuje mayor del que en principio debería tener un motor de 170 CV; de hecho, sube muy bien de vueltas, y cuando llegas a las 4.000 r.pm.m., donde muchos de los motores diésel dejan de tirar, éste sigue “empujando” hasta las 5.000 sin ningún problema, ayudado por un cambio manual de seis velocidades muy bien conseguido. Para recuperar tampoco se queda corto en ningún momento, incluso en 4ª y en 5ª velocidades el coche recupera de forma rápida comportamiento de esta berlina es muy equilibrado en cualquier circunstancia. En carretera muestra un gran aplomo, propio de las berlinas de su categoría, aunque en terrenos más abruptos con curvas más bien cerradas, el Clase C también se muestra bastante ágil gracias a contar con una suspensión bien equilibrada, si bien se nota que es una berlina.

El consumo del propulsor es mínimo, con una media ponderada de unos 4’5 litros a los 100 Km, que es bastante real, ya que nosotros en un recorrido mixto y sin tener muchos miramientos hemos conseguido 5’7 litros, que es una cifra muy respetable para un vehículo de estas dimensiones y peso.

INTERIOR

El interior de este Mercedes, como no podía ser de otra manera, cuenta con unas calidades muy buenas, en el que huye totalmente de los plásticos, que son reemplazados por materiales de mejor calidad como piel. Quizá un único pero lo pondría en el tapizado de los asientos, que no pega mucho con el carácter del vehículo. Los mandos de la consola central mezclan muy bien un cierto carácter “retro” con la modernidad absoluta de la pantalla central de grandes dimensiones, para la que se opta por el joystick en lugar de ser táctil.

El equipamiento de serie es bastante completo, aunque se puede mejorar con multitud de gadgets para que la vida en s