Estéticamente es uno de los vehículos más interesantes de su segmento gracias a tener una línea muy moderna y deportiva, sin perder un cierto aire familiar.

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La marca surcoreana Hyundai –palabra que significa modernidad– ha mejorado los acabados y el equipamiento del Elantra, un vehículo del segmento C que hizo su aparición en el mercado en el año 1990 y que ya ha llegado a su quinta generación.


Estéticamente es un automóvil muy llamativo, que se caracteriza por tener una línea muy redondeada, dando la sensación de tener un coeficiente aerodinámico muy bajo. La parte delantera destaca por contar con unos faros muy rasgados, en cuyo interior resalta una línea LED redondeada, que se encuentra en prácticamente todos los vehículos de la marca.


La parte posterior cuenta también con unos faros bastante alargados, que quedan perfectamente integrados en el conjunto.

PROPULSOR


La marca surcoreana ha elegido el 1.6 de gasolina como único propulsor para los Elantra. Se trata de un motor de 1.591 cc y 132 CV. Las prestaciones del vehículo son suficientes, aunque hay que decir que es un propulsor un poco perezoso para subir de vueltas, si bien se muestra mucho más «cómodo» y activo en las altas revoluciones que en las bajas. Quizá con unas marchas un poco más cortas el vehículo mejoraría sus prestaciones. En la recuperación también se muestra un poco lento, sobre todo en 5ª y en la 6ª marchas.


En cuanto al consumo del automóvil se puede decir que es bastante moderado si se lleva una conducción tranquila atendiendo las instrucciones del Shift, que sugiere los cambios de marcha, aunque si se lleva una conducción alegre, estas cifras suben bastante, pero no más de lo que ocurriría en otro vehículo de gasolina de sus características. En la prueba, llevando una conducción más o menos normal, hemos conseguido unos 7’,5 litros a los 100 Km, una cifra que no está nada mal.


El interior del vehículo destaca por tener una estética moderna, aunque quizá queda un poco por debajo de las expectativas creadas por el exterior tan actual y atractivo. En la consola central se echa de menos una pantalla de mayores dimensiones, un elemento que ya llevan la mayoría de vehículos de la competencia.


El equipamiento de serie es suficiente, aunque también tendría que haber más opciones disponibles, como por ejemplo los faros de xenón, los sensores de aparcamiento delanteros o el navegador. Hay gente a la que no le importa no llevar estos elementos, pero dejar ponerlos opcionalmente es interesante.

INTERIOR


Del interior cabe destacar la comodidad que el Elantra ofrece a todos sus ocupantes gracias a contar con uno de los interiores más espaciosos de su segmento, tanto para los pasajeros delanteros como para los que van sentados atrás.


Los ocupantes delanteros se ven beneficiados por el hecho de que tiene una consola central bastante estrecha, con lo cual se favorece que haya más sitio para las piernas. Los asientos frontales recogen perfectamente el lateral del cuerpo y tienen la dureza justa.


Los pasajeros de las plazas posteriores cuentan también con mucho espacio para las piernas, lo cual se agradece mucho si se piensan hacer viajes de bastantes kilómetros.


El espacio de carga es también de lo más espectacular, con una capacidad de 485 litros y con la posibilidad de casi triplicar esta cifra, que se consigue plegando los asientos posteriores apretando sólo un botón que se encuentra en el mismo maletero. El único ‘pero’ se puede poner en la boca de carga, aunque no se puede decir que sea inferior a la de otro vehículo de sus características.