Velada entre amigos y buen vino

La celebración pretende ser un acto de «agradecimiento a todas aquellas personas que, de una u otra forma, nos han ayudado», recordaba ayer el enólogo Andreu Oliver. Aunque, en realidad, la Festa del Vi se ha convertido también en un acto social que aúna la pasión por el vino con la música y la buena gastronomía.

La celebración de este año arrancó con la música de los xeremiers Alexandre Mulet y Càndit Trujillo para dar paso a la conferencia que ofreció el expolítico catalán Rafel Ribó, que durante 18 años ejerció de Síndic de Greuges en Catalunya. La conferencia se centró sobre los derechos humanos y el vino, y recordó la larga relación que tiene el vino con las personas, la cultura, la gastronomía, la lengua.

«La producción del vino no solo es una cuestión gastronómica, sino también legal, social y ética», señaló mientras recordaba la importancia de ser conscientes de la realidad que hay tras cada botella de vino.

La velada prosiguió con la presentación por parte del enólogo Andreu Oliver del Inventari de les varietats vegetals tradicionals de les Illes Balears de Llorenç Payeras y Jaume Falconer que, en su tercer volumen, se centran en la viña. La música este año fue a cargo de los maestros Enrique Sánchez, Tomeu Mut y Xesc Crespí que ofrecieron un concierto de flauta y piano cargado de humor.

Al finalizar el concierto, llegó el momento de la cena donde cada comensal lleva una elaboración para compartir con todos los asistentes, por lo que la Fiesta del Vi se convierte en un acto social donde el buen vino es el gran protagonista.