Alcúdia disfruta de sus tradiciones y festeja el día de la Mare de Déu de la Victòria

Unas 400 personas se sumaron a la fiesta en la ermita y otras tantas acompañaron a la virgen en su bajada hasta la iglesia de Sant Jaume

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Alcúdia ha demostrado este miércoles que, pese a ser una ciudad moderna y acostumbrada al flujo de gente de todas las culturas, los vecinos siguen fieles a sus propias tradiciones. Alrededor de 400 personas han participado en la Diada de la Mare de Déu de la Victòria en el entorno de la ermita y han disfrutado de los actos tradicionales organizados por la Obreria Amics de la Victòria, quienes velan por preservar este entorno tan querido por los alcudiencs.

En el exterior de la ermita se ha celebrado una multitudinaria misa oficiada por el vicario Francesc Vicens, junto con los sacerdotes Anselm Igwesi y Felip Díez, y los diáconos Joan Gamundí - presidente de la Obreria- y Esteve Bennàssar. Mientras unos preparaban unas enormes paellas para tantos comensales, muchos se ha acercado a venerar la imagen de la Mare de Déu y han sido obsequiados con un ramito de camomila que repartían los obrers Paco Cladera y Francisca Serra. Para hacerlo posible, unos días antes los voluntarios la habían recogido en el Cap Pinar para confeccionar 700 ramos.

La alcaldesa de Alcúdia, Fina Linares, también ha seguido al pie de la letra las tradiciones de este día inherentes a su cargo: ha dirigido a la banda municipal de música de Alcúdia al son del pasodoble 'Paquito el chocolatero' y ha bailado una jota en el ‘ballador’ con su marido.

Por la tarde, la Mare de Déu de la Victòria será trasladada a la iglesia de Alcúdia, donde será acompañada por los gegants, xeremiers y con ball de bot. En la parroquia de Sant Jaume permanecerá hasta el 27 de julio, un día después de salir en la procesión de la Triennal del Sant Crist. Será todo un acontecimiento, pues esta virgen solo baja de la ermita cada 25 años, y la procesión solo se celebra cada tres años, y este año coinciden ambas.