En un suspiro, su vida dio un vuelco radical al recibir la notificación de un desahucio que, salvo cambios, está previsto para el próximo lunes 26 de mayo, a primera hora de la mañana. «¿A dónde vamos a ir con una niña de dos años y medio y un hombre mayor enfermos?», pregunta desesperada Patricia, que para colmo se ha lesionado en una pierna y no puede atender a su hija, que precisa de una serie de cuidados y atenciones que le van llevado a pasar varias veces por quirófano, «y le quedan todavía 16 operaciones», apunta la madre.
Residen en una vivienda que es propiedad del Ibavi y, a la vez, denuncian que «hay pisos vacíos en el pueblo, aquí y en otras calles, al menos cinco», asegura Patricia. El origen de esta historia que puede acabar con esa familia en la calle «y sin un sitio al que ir» data de 2016. «Le alquilamos la casa a un hombre que nos hizo un contrato, Mohamed. Entramos con él a vivir y nos pidió 5.000 euros por adelantado porque se iba a ir. Le dimos lo que teníamos, pero nos comprometimos a arreglar varios desperfectos en la vivienda», que junto a otras de esa zona de Lloseta, en la calle Teatre, saltaron a los medios de comunicación a raíz de una serie de deficiencias y al denunciarse que no tenían el final de obra.
Desde 2017 iniciaron los trámites con el Ibavi para regularizar la situación, aseguran, dándoles largas allí. «Nos dijeron que Mohamed era un inquilino cuyo contrato no era válido, pero que lo arreglarían. Desde entonces estamos igual y no responden», dicen. El nacimiento y los problemas de salud de su hija pequeña supusieron dedicar más horas y atenciones hacia ella, algo que ayudó a movilizar y sensibilizar a los vecinos, que llegaron incluso a recoger firmas en su apoyo.
Gestiones
«Únicamente pedimos tiempo, para que bajen los alquileres y encontremos algo. Hace una semana y media nos dijo la Policía que el juzgado de Inca nos desahuciaba, después de dos juicios de los que no recibimos notificación alguna, que eran de 2023 y 2024», explican moralmente hundidos y ante una situación que les ha generado incluso «problemas de salud. Apenas dormimos y a mi marido le ha salido una úlcera en el estómago», dice Patricia, quien especialmente está preocupada por las dos personas dependientes a su cargo: su hija y su suegro discapacitados.
Su abogado, de oficio, les da pocas esperanzas de que salga adelante su reclamación y Patricia ha recurrido incluso al Institut Balear de la Dona en busca de auxilio, además de a la regidora de Servicios Sociales del Ajuntament de Lloseta como uno de sus últimos recursos. «Somos una familia normal, trabajadora, con una situación de vulnerabilidad por la delicada salud de nuestra hija. No pedimos más que un poco más de tiempo, que no se ejecute el lunes el desahucio porque nos vemos en la calle», exclama entre lágrimas Patricia en la sala llena de juegos y juguetes que entretienen a su hija.
Entre medias y sin saber cuál será su futuro, buscan alternativas por si llega el momento del desahucio, aunque quieren agotar hasta la última vía «porque no podemos quedarnos en la calle con nuestra hija, que sufre apneas y necesita cuidados permanentes», recuerda. De ahí este «llamamiento para ver si alguien, alguna institución -especialmente el Ibavi o los servicios sociales-, puede escucharnos y darnos un poco de tiempo. No pedimos nada más...», imploran.
El Ajuntament de Lloseta, a través de su regiduría de Serveis Socials, ha tenido conocimiento del caso de esta familia y trabaja junto a ellos para intentar detener el desahucio y ganar tiempo, además de ofrecerles diferentes soluciones a su alcance ante la complicada situación personal que supone un hándicap en caso de tener que abandonar la vivienda ubicada en la calle Teatre.
61 comentarios
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Ningún Podemita se ofrece para acogerlos? que raro....
Capitalismo, ahorro y trabajo duro Más trabajo y menos lloros
EN PEPÊT GONELLAQue pasa ?Nadie trabaja en esta familia? Nueve años?
Llevan 9 años en esta situacion ??? Pues si que se han despistado...
No trabaja ninguno?
Donald TrumpSabes igual lo hago no me puedo permitir pagar una vacaciones en un hotel de lujo asi ire gratis
Estas personas hicieron un trato con un truhán... Nicolás trabaja?... Gente con gente de su clase?... Algo chirría aquí.
JoanmmmmLo que suelen preguntar en los servicios sociales a alguien de aquí que va a pedir ayuda es si tiene familiares. En el caso de que tenga parientes la buena, mala o nula relación que esta persona tenga con ellos es algo personal en lo que no debería inmiscuirse la administración. Es más. Si alguien acude a pedir ayuda es porque no tiene familia o si la tiene no se relaciona con ella y la administración tiene la obligación de atenderle.
PepA cualquiera que lleve aquí un par de años, ya le llaman mallorquín… No sé, Rick…
En este momento gobierna en Baleares Vox y PP. Qué pidan ayuda a las instituciones. Tienen todo el derecho.