El Museu del Calçat ensalza una técnica que fue vital para la industria

El trenzado era confecciondo por mujeres en varios municipios del Pla

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Después de haber resaltado la industria de la piel como gran alternativa al calzado, el Museu del Calçat i de la Indústria d’Inca inaugura este viernes la exposición «Trenar», que ensalza la industria auxiliar del trenzado de piel que se convirtió en una característica propia de los productos locales.

El técnico Gabriel Company ha sido el encargado de investigar y buscar testimonios de esa época. Explica que «el auge del trenzado tiene su origen en la temporada baja en la venta del cazado en piel, porque permitía ofrecer unos zapatos más frescos». A raíz de ello fueron naciendo empresas dedicadas casi exclusivamente al trenzado, como Matrema, Perelló, Trenzados Fiol o Capricornio.

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El pilar básico de la industria auxiliar del trenzado fueron las mujeres que, desde sus casas, recibían las tiras de piel y confeccionaban los trenzados en formas como dama, espiga, molinet, reixeta o uno específico conocido como Inca. Al contrario que en el caso de la piel, donde estas mujeres se concentraban en el Raiguer, el trenzado lo elaboraban en el Pla, concretamente en pueblos como Sant Joan, Maria, Algaida y Montuïri.

La muestra se inaugura esta viernes en el Museu a las 19 horas y estará disponible hasta el 2 de noviembre. Consta de audiovisuales con entrevistas, piezas antiguas, reproducciones y muchos recuerdos.