silvia arbona

«Me han traído trenzas que tienen más de cien años»

Esta joven nacida en Sóller confecciona trenzas de 'pagesa'

Sílvia Arbona.

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Con 29 años, Sílvia Arbona ha sabido convertir una inquietud personal en un oficio prácticamente extinguido: el de confeccionar trenzas con cabello natural siguiendo la técnica tradicional. Nacida en Sóller el 20 de enero de 1996, estudió Arte Dramático en la ESADIB y, tras un periodo de dudas profesionales a raíz de la pandemia, redirigió su trayectoria hacia el ámbito educativo. Actualmente cursa el grado de Educación Primaria. Su dedicación no se limita a las trenzas: también participa activamente en colectivos de cultura popular como l’Estol de Tramuntana y el Col·lectiu de Pageses del Firó. Sílvia explica este proyecto único y su visión de la cultura popular.

¿Cómo surgió este proyecto de las trenzas?
—Fue el año pasado, mas o menos en el mes de febrero. Me corté el pelo y quería donarlo a algún sitio donde hicieran pelucas o algo similar, pero no sabía dónde llevarlo. Me preocupaba que se pudiera vender, porque yo quería que se regalara, así que decidí guardarlo. Como el pelo no se descompone, pensé en aprovecharlo. Poco después, aburrida y con ganas de hacer algo manual, me dije: «Tengo el pelo, tengo las ganas, voy a intentar hacerme una trenza como las antiguas».

¿Ya tenía trenzas antiguas en casa?
—Sí, teníamos la mía de la comunión, la de mi madre y la de mi hermana, que usábamos para vestirnos de pageses en la Fira o para bailar ball de bot. Estaban hechas de forma tradicional, igual que como las hago yo ahora. Las observé con detenimiento para entender cómo estaban confeccionadas.

¿Alguien le enseñó o tuvo algún referente?
—No encontré a nadie que me lo pudiera explicar. Busqué mucho por internet y al final di con un vídeo que mostraba unos nudos que coincidían. Tuve suerte. Lo probé y vi que la trenza que había hecho era igual que las antiguas, así que supe que iba por buen camino. He sido totalmente autodidacta.

¿Cómo es el proceso de elaboración?
—Necesito una buena cantidad de pelo, al menos de 25 centímetros. Cuanto más largo, mejor queda la trenza; si es corto, salen puntas y el acabado no es tan limpio. Una vez hecha, puede conservarse durante años. Yo hago confección, restauración y mantenimiento. Para conservarla, recomiendo guardarla trenzada, en una caja o lugar sin polvo, e hidratarla de vez en cuando con aceite de coco.

¿Le han llevado trenzas antiguas para restaurar? ¿Cuándo se perdió la tradición de hacerlas?
—Sí, me han traído algunas que me han dicho que es de su abuela cuando tenía 16 años. A lo mejor la trenza tiene 100 años. A veces solo necesitan limpieza, pero otras debo restaurarlas por completo. No sé cuándo se perdió la tradición, he llegado a la conclusión de que fue cuando las mujeres empezaron a lavarse el pelo con más frecuencia.

¿Cuánto trabajo implica hacer una trenza?
—Depende del estado del pelo que me traigan. Mínimo, unas 16 horas, pero si el pelo está enredado, puede llevarme hasta 20 o incluso más. Es una tarea muy minuciosa y cansada. Quien valora el trabajo siempre me dice que debería subir el precio, porque es una pieza que dura toda la vida y requiere muchas horas. Pero a mi me sabe mal.

¿Podría vivir solo de esto? ¿Tiene planes de hacer crecer el proyecto?
—No, lo he calculado y para tener un sueldo básico tendría que hacer dos trenzas por semana, y eso es muy difícil por el tiempo que requiere cada una. Además es un trabajo para un nicho de mercado muy concreto. A lo mejor se acabarían los pedidos o tendría largos periodos sin trabajo. Eso sí, en los próximos meses, tengo pensado dedicarme solo a esto: tengo 20 trenzas en espera.

«He sido totalmente autodidacta. No he encontrado a nadie que me explicara cómo se hacían»

Tiene un fuerte vínculo con la cultura popular. ¿De dónde viene?
—Desde pequeña he bailado ball de bot. Empecé en Aires Sollerics y después en la banda de música. Hace un año y medio que bailo con l’Estol de Tramuntana. Además, formo parte de la junta del Col·lectiu de Pageses y hace dos años que me presento como Valenta Dona. No me han elegido todavía, pero seguiré intentándolo: es un sueño.

«Las fiestas populares pueden morir de éxito debido a su actual masificación»

¿Y Qué opina de la masificación de las fiestas populares?
—Al principio me parecía positivo que viniera tanta gente, pero ahora creo que las fiestas populares pueden morir de éxito. Es complicado, porque no puedes prohibir que venga gente, pero se debería priorizar que el pueblo pueda disfrutar de sus propias fiestas.