arqueología

Un puzle almohade de 26.000 piezas

Expertos arqueólogos reconstruyen y clasifican los restos cerámicos localizados en un vertedero de la época tardo-andalusí

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Las obras que en 2023 se llevaron a cabo en las calles Rector Raió, Na Ferrilla y Om de Inca sacaron a la luz un antiguo vertedero de la época tardo-andalusí del que se extrajeron ingentes cantidades de piezas cerámicas, la mayoría de ellas desechadas en su momento por haberse roto. Todo este material se trasladó al Museu del Calçat i de la Indústria, donde durante meses se han llevado a cabo tareas de limpieza, siglado de unos 26.000 fragmentos recuperados. También se ha ejecutado una minuciosa reconstrucción de algunas piezas.

Tras estas tareas realizadas por el equipo de arqueólogos dirigidos por Magdalena Sastre y con la ayuda de voluntarios, en las últimas semanas se ha incorporado Pablo Galera, especialista en cerámica andalusí, que se ha dedicado a clasificar los elementos y a contribuir al estudio preliminar de todo el conjunto. Pablo Galera detalla que su trabajo ha consistido «en individualizar y asignar una tipología a los diferentes elementos». De esta forma se pueden clasificar las piezas «a través de series funcionales que corresponden a ámbitos de uso como la cocina, almacenamiento, iluminación, servicio de mesa,...».

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De esta forma, «hemos podido concluir en este informe preliminar que en Inca hubo mucha presencia de jarras, que demuestran el almacenamiento y transporte de agua». También se han localizado otros elementos hidráulicos, como los arcaduces, utilizados en las norias de agua, «lo que demuestra la existencia de una explotación en el entorno dedicada al regadío».

Otros detalles de interés que han surgido de la investigación «son los indicios de vajillas de uso doméstico que se reutilizaban, porque se han confirmado reparaciones puntuales», relata Pablo Galera. Curiosamente «no se ha podido confirmar aún que hubiera producción de cerámica porque no se ha encontrado piezas resultantes de fallos de cocción o desechos de horno». El hallazgo e investigación de estos 26.000 restos cerámicos de la época islámica en Inca podrá aportar nuevos detalles de la presencia andalusí en el municipio y contribuir a aumentar el legado investigador que dejó Roselló Bordoy en sus estudios de 1978.