PATRIMONIO

La venta del Convent de Campanet, en el aire: Una familia asegura tener derechos sobre parte del inmueble

Se trata de los descendientes de Bartolomé Seguí Seguí, uno de los fundadores

El convento, que sirvió como residencia de las monjas Agustinas del Amparo, albergó durante 145 años una intensa actividad religiosa, educativa y sociosanitaria

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Una familia de Campanet ha alzado la voz tras conocer la noticia de la puesta en venta del Convent de Ses Monges por parte de las monjas Agustinas del Amparo. Junto con otras cuatro familias del municipio, han advertido que poseen derechos sobre parte del inmueble, lo que ha generado dudas sobre la legalidad de la transacción, que asciende a casi un millón de euros (945.000 euros).

La familia, que ha presentado la nota registral del inmueble, sostiene que es propietaria de una quinta parte de la primera edificación construida en ese solar en el siglo XIX. Según explican, esta primera estructura, de poco más de 170 metros cuadrados, fue levantada por sus antepasados y posteriormente cedieron su uso a las monjas. De hecho la misma nota registral que las familias han presentado también establece que los propietarios originales cedieron el uso de «manera irrevocable y para tiempo ilimitado» a las monjas. Con el tiempo, la congregación amplió la edificación hasta alcanzar la actual superficie total de 1.043 metros cuadrados.

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Los descendientes de Bartolomé Seguí Seguí han manifestado su preocupación tras conocer que las monjas han puesto a la venta todo el conjunto sin su consentimiento. «Rogamos encarecidamente a las monjas que se asesoren sobre sus derechos de venta sin contar con nuestros derechos, pues están a punto de cometer un fraude», ha declarado Maria Luisa Catany, una de las descendientes de Seguí. Catany subraya que «el convento se amplió sin ningún permiso de los propietarios y esto da lugar a confusiones».

Además, recuerda que en 2019, cuando las monjas abandonaron el municipio, ya informaron a la congregación sobre sus derechos en la propiedad, aunque según su testimonio, «no quisieron saber nada de nuestros documentos». Ante esta situación, las familias afectadas han solicitado al Ajuntament de Campanet que intervenga para mediar y aclarar los conceptos legales involucrados.

El Convent de Ses Monges, que durante 145 años albergó una intensa actividad religiosa, educativa y sociosanitaria, quedó vacío en marzo de 2019 tras la marcha de la congregación. El inmueble cuenta con cuatro plantas, un patio y destaca por su capilla neogótica, construida entre 1921 y 1923. Este espacio de culto cuenta con un nivel de protección 1 en sus interiores, mientras que el resto del convento posee una protección de nivel 2 según el catálogo municipal.