Las Beneïdes de Sant Antoni han sido un quebradero de cabeza para algunos municipios por culpa de la lluvia que, de forma intermitente, lleva mojando las calles desde el viernes hasta ayer por la tarde. En algunas localidades se tuvieron que suspender, mientras que en otros se atrasaron. En Inca se anunció a primera hora de la mañana la suspensión de las Beneïdes previstas en la Gran Via Colom, mientras que Alcúdia las llevó a cabo el sábado por la tarde después de anularlas el mismo día de Sant Antoni por las previsiones meteorológicas.
Otro de los pueblos que vivió unas Beneïdes pasadas por agua fue Cala Rajada. Tras la misa, y con todo preparado en la plaza dels Pins, la cabalgata empezó pasadas las 10.30 horas. Pese a que al principio la lluvia a penas molestaba, a lo largo de la vuelta se fue volviendo más intensa y los asistentes tuvieron que agilizar el paso. A pesar de ello, las ganas y devoción por el Santo no menguaron las ganas y la lluvia no paró la fiesta más esperada.
En sa Coma el tiempo dio una tregua y aguantó hasta el final de les Beneïdes. Precedieron el acto una misa y los tradicionales Goigs, cantados por la Banda de Música y los Dimonis. Después fueron muchas las personas que se acercaron para bendecir a sus animales. Carrozas y muchas personas vestidas de época acabaron de amenizar la jornada. La lluvia esperó y solo apareció al final del día, cuando ya se repartían los premios.

En Andratx las Beneïdes sufrieron un pequeño cambio de hora para esquivar la lluvia. Después, la localidad pudo celebrar con gran devoción la festividad de Sant Antoni, y consiguió reunier un año más a cientos de vecinos y visitantes en un evento que combinó tradición y cultura. Numerosas monturas, carrozas y animales fueron bendecidos por el párroco de la localidad, mossèn Joan Bordoy, en las puertas de Sa Almudaina.

El recorrido, lleno de colorido y alegría, estuvo amenizado por la banda de Xeremiers d’Andratx, destacando los dimonis y los trajes típicos que dieron un aire festivo y tradicional al evento. Las autoridades locales, encabezadas por la alcaldesa Estefanía Gonzalvo, entregaron ensaimadas a todos los participantes como gesto de agradecimiento.
Ya por la tarde, fue el turno de Son Macià y Felanitx. En Son Macià la ironía volvió a ser protagonista y la venta del Convent de Ca Ses Monges uno de los temas que aparecieron durante las Beneïdes.

En Felanitx la plaza Font de Santa Margalida volvió a llenarse para las más de dos horas que duraron las Beneïdes. Carrozas, animales, y glosas, algunas reivindicativas fueron protagonistas. El rector, Josep Cerdà, presidió el acto.

Este domingo, fue el turno de Son Ferriol. Muchos vecinos han participado en el desfile y posterior bendición de animales.

1 comentario
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Fueron beneídas ¡SI! pero no por el clero sino directamente desde el cielo ¡Que más se puede pedir!