La lluvia que ha «bendecido» la Part Forana de Mallorca este viernes de Sant Antoni se ha resistido a alejarse, pero no ha logrado arruinar las Beneïdes de Muro, unas de las más típicas y participativas de la isla. Hacia las cuatro de la tarde, la comitiva ha salido desde la plaza del Convent hacia la plaza Comte d’Empúries al ritmo marcado por la Unió Artística Murera y por los xeremiers, mientras los dimonis iban dando sustos al público congregado a cada lado de la calle.
Unos 1.200 participantes han desafiado a la llovizna y a la tarde fría de Sant Antoni y han acudido desde toda Mallorca para recibir la bendición del santo para ellos y para sus animales. El alcalde de Muro, Miquel Porquer, y todo el consistorio, han llegado a la grada presidencial acompañados por la presidenta del Govern, Margalida Prohens, y el president del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, mientras que en la plaza los esperaba el rector de Muro, Pere Gerard Bestard, con la figura de Sant Antoni y el pendón rojo para rociar a todo animal y persona con el agua bendita.
También el speaker oficial de las Beneïdes mureres, Paco Vera, ha ocupado, un año más, su lugar en el balcón del Ajuntament de Muro para narrar en directo todo cuanto iba desfilando ante los ojos de público y autoridades. Revetla d’Algebelí ha dado color al recorrido con sus vestidos de payés y con muestras de ball de bot, y tras ellos, niños y mayores con sus mascotas: perros, gatos, conejos, hámsters, tortugas... y sobre todo, tres enormes rebaños de ovejas que finalmente han podido asistir a las Beneïdes de Muro pese a la epidemia de lengua azul que azota a la Isla.

Como curiosidad, las ovejas llegan a Muro caminando durante días, en una especie de trashumancia por los antiguos caminos de fora vila. También han desfilado por las calles de Muro ocas, algunas rapaces y numerosos caballos y ponis. Algunos de ellos han deleitado al público con una pequeña exhibición de doma. Y tras ellos, numerosos carros que han logrado sobrevivir al paso de los años y que son un reflejo de cómo fue la movilidad en la Mallorca rural preturística.
Igualmente, las carrozas de temática tradicional han hecho un guiño a labores propias de la vida de antaño en sa marjal que ya prácticamente han desaparecido, como ir a cortar leña, plantar calabazas, ir a buscar algas a la playa, pelar almendras a mano o confeccionar colchones de lana de oveja.
Entre las carrozas de temática libre, destacaron temas como la popular película de Willy Wonka, un Petit Prix que enfrentaba a los barrios murers de Sa Riba y Poble Nou, y finalmente, una carroza y comparsa que criticaban la situación de la depuradora de Son Bosch y la contaminación que genera a s’Albufera, con gloses críticas y ácidas incluidas.
El concejal de fiestas, Rafel Gelabert, al finalizar las Beneïdes no ocultaba su alivio tras dos días con la lluvia amenazando los dos actos principales del programa de Sant Antoni y que acarrean muchos preparativos, como son la vistosa revetla de Sant Antoni y las beneïdes. Finalmente, las dos citas han podido celebrarse con éxito de público.
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Pobretes ses ovelleteeeessss .