Los terrenos ocupan seis solares urbanos. | R.D.

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Los vecinos de Son Macià exigen que el emblemático edificio de ca Ses Monges de la localidad, cerrado desde que en 2011 las hermanas de la congregación de la Caritat dejaran el convento, sea para el pueblo. Por este motivo han convocado una concentración reivindicativa el próximo sábado a las 10 horas enfrente del inmueble para exigir a las administraciones que se hagan cargo del edificio y éste pueda ser destinado a uso social. Concretamente piden que se convierte en un centro de día para personas mayores, «un proyecto muy necesario para el pueblo» y que además fue uno de los compromisos municipales acordados en pleno en esta legislatura.

«Lo único que podemos hacer los vecinos es ejercer presión, queremos que este edifico emblemático siga siendo del pueblo y eso pasa porque el Ajuntament lo adquiera», explican desde la Assocació de Veïnats del núcleo, impulsores de la protesta. En este sentido, desde el Ajuntament, el alcalde Miquel Oliver manifestó su apoyo a la reclamación aunque recordó que la solución a corto plazo no existe. «Desde el consitorio llevamos tiempo trabajando en este tema. Nos hemos reunido en varias ocasiones con la congregación para intentar llegar a acuerdos o redactar un convenio que beneficie a todas las partes pero siempre nos hemos encontrado una negativa». Así, Oliver explicó que «estudiamos una posible modificación del planeamiento urbanístico (que califica el terreno de uso residencial), sin embargo, los tiempos de la administración no son los mismos que los del mercado inmobiliario», concluye. Des de la Associació de Veïnats coinciden también en señalar que «las monjas lo han puesto a la venta sin tener en cuenta o dar prioridad al Ajuntament para que el edificio pueda ser de todos» .

Pese a que los vecinos llevan años con esta reclamación, las movilizaciones se han reactivado en estos últimos días después que se haya conocido que el edifico está a punto de ser vendido. «Una vez vendido se convertirá en casas o pisos lo que supondrá que se convierta en un espacio perdido para el pueblo», cierran desde la Associació.

El edificio de Ca Ses Monges está formado por un conjunto de seis solares en uno de los cuales se ubica el convento y que a lo largo de los años ha tenido usos educativos y sociales, puesto que era el lugar donde se atendían las emergencias sanitarias de los vecinos del pueblo. El edificio salió a la venta por 800.000 euros.

La casa de todos...

Este convento levantado en un pequeño pueblo del Llevant es mucho más que cuatro paredes. Su valor inmobiliario va más allá del precio de mercado. No se puede especular con la memoria colectiva, ni vender el alma de un edificio que ha contribuido a forjar la historia de esta localidad. Cuando había las monjas las puertas siempre estuvieron abiertas de par en par, era la casa de todos. Así es como quieren conservarla los vecinos, pero ¿a que precio?.