Imagen de la señal que indica el Coll d'Orient, entre las poblaciones de Alaró y Orient. | F.F.

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Es una costumbrre por parte de los grupos o clubes cicloturistas que visitan lugares de culto, pero en el caso de Mallorca, ha llegado a impedir la finalidad con la que se instalan los hitos y señales en las zonas de la Serra de Tramuntana, especialmente las que indican que se corona alguno de sus puertos, se indica su nombre y la altitud sobre el nivel del mar a la que se encuentran.

Las pegatinas de esas agrupaciones o grupo de amigos ciclistas suelen ser una especie de tarjeta de visita, testimonio de que alguno de sus miembros ha pasado por ese alto, o una pista para saber que han estado por Mallorca, un paraíso del cicloturismo que durante estas semanas de otoño vive su segundo pico de actividad dentro de este segmento.

Eso sí, con la llegada de esta segunda ola de cicloturistas -la primera es en primavera y culmina con la multitudinaria marcha Mallorca 312- se reproduce este problema. Esta plaga de adhesivos que ha llegado a cubrir en ocasiones hasta la totalidad de estas señalizaciones, provocando malestar entre usuarios e incluso residentes, que han visto con preocupación como esta costumbre acababa dando una mala imagen.

A medida que pasan ciclistas por las cotas de la Serra, la cantidad de pegatinas crece en algunas de ellas, llevando en alguna ocasión a cambiarlas o proceder a su retirada al impedir la visión del lugar de paso que indican. Coll de Sóller, Coll dels Reis (Sa Calobra), es Colomer, Coll d'Orient, Coll de Femenia y otros emplazamientos han sido los objetivos de estas acciones que dan colorido a las señales, pero a la vez una mala imagen de cara a quienes no pueden saber ni conocer por donde circulan.