Imagen de la visita realizada este martes a la zona de futura edificación de las viviendas en Magaluf. | Jaime Mora

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Las Reservas Estratégicas de Suelo, activadas hace casi quince años a través de la llamada ‘ley Carbonero’ de ámbito autonómico, van a ser el motor sobre el que se va a edificar el crecimiento de Magaluf durante los próximos años. En concreto, se van a construir hasta 331 viviendas, todas ellas con algún tipo de protección, que permitirán un acceso más asequible a quienes no pueden hacerse con un piso en el mercado libre, pero que tampoco cumplen con los exigentes requisitos que presenta una Vivienda de Protección Oficial.

De momento, se han licitado ya las primeras 87 viviendas, ubicadas en la marina de Magaluf, de las cuales 75 serán viviendas de protección pública y otras 12 saldrán al mercado con un precio tasado de 210.000 euros para los pisos de dos habitaciones –se construyen 24–, y de 265.000 para los que dispongan de tres habitaciones, algo que supone, según sus promotores, una rebaja del 50 % respecto al precio de mercado. Las futuras viviendas contarán con casi un centenar de plazas de aparcamiento y con la calificación energética más elevada -A-, según los requisitos que marcan tanto el Ajuntament como el ejecutivo autonómico.

En la misma área, ubicada muy cerca de la actual ITV móvil, se reservan más de 220.000 m2 para zona verde, un espacio en el que habitan cerca de 40 especies de aves y donde se encuentra también una planta endémica de Magaluf que la administración ha querido proteger. Junto a esta urbanización se construirán en un futuro otras 78 viviendas orientadas al alquiler protegido.