Se trata de un tramo de la carretera de Deià, entre Sóller y Llucalcari, y también de dos caminos del municipio que actualmente soportan una gran cantidad de tráfico urbano, que son el del Murterar y el de ses Argiles, además del tramo del Camí de sa Figuera que los conecta pasando por delante del campo de fútbol.
Este último sector ha sido muy polémico durante los últimos meses debido a que el equipo de gobierno municipal lo ha puesto repetidamente de ejemplo para ilustrar su «abandono» por parte de la Conselleria de Movilidad e Infraestructuras del Consell, que dirige Iván Sevillano, responsable del mantenimiento de estas vías.
El conseller Sevillano confirmó esta semana la puesta en marcha de estos proyectos, que supondrán una inversión de 1,4 millones en la carretera de Deià y de 700.000 euros en el tramo que rodea el casco urbano.Ambas actuaciones están en fase de tramitación, habiéndose aprobado ya el expediente de contratación, o en el caso de ses Argiles-Murterar, el proyecto de ejecución.
El conseller ha hecho una lectura política afirmando que sospecha que «el PP hubiera preferido que no llegáramos a tiempo, pero era un compromiso con los sollerics que teníamos que cumplir y asegurarnos de que las mejoras estén contratadas pronto y puedan iniciarse después del verano», apuntó. Sevillano añade que «el PP sabía que los trámites se estaban llevando a cabo».
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Lo que tendrían que hacer es reparar la calle de detrás de plaza Gomila, que desde las obras esta destrozada y llena de baches