Las autoridades visitaron el solar después de su adquisición

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La compra del solar de Cas Cabrer y de una de las partes del molino de Ca’n Vallès permitirá dar vida a la esperada construcción de un parque etnológico en Costitx. El Ajuntament realizó ayer la compra oficial de este solar de unos 400 metros cuadrados de superficie y situado entre el molino de Ca’n Vallès y otro molino harinero catalogado, el molí de sa Sinevera, para convertirlo en un gran pulmón verde y centro de este parque.

Además, la adquisición de la última parte del molino de Ca’n Vallès supondrá también poder llevar a cabo la rehabilitación de la parte interna de éste. Esta adquisición obedece a un doble objetivo, por una parte, cumplir con la obligación de compra de la zona después de la modificación de normas subsidiarias que hizo previamente el consistorio y que supuso una afectación de la zona por el ámbito de protección del molino, y por otra, cumplir con los metros necesarios de zona verde en el municipio.

Elementos tradicionales

El parque etnológico pretende ser un espacio dedicado a la historia de la producción agraria y forestal tradicionales de la zona. Para ello, el espacio se dividirá en tres zonas diferenciadas con tres grandes elementos etnológicos que se incluirán: una noria, una era y un silo. En la zona oeste del parque se construirá una noria que pretende dar visibilidad a la producción agraria de cultivo en regadío que caracteriza al municipio.

En la zona central se ubicará una era, un elemento que se relaciona con la producción en secano de cereales en Balears y, por último, una zona de sombra en el este, donde se situará un silo para hacer referencia a la producción forestal de carbón.

Las autoridades visitaron el solar después de su adquisición

El proyecto se empezó a fraguar el año pasado cuando el Ajuntament adquirió a través de una cesión la torre del molino y empezó su restauración. El coste total de esta actuación será de 430.000 euros, de los cuales, 270.000 se han invertido en la compra del solar de Can Cabrer y la última parte del molino. El proyecto ha sido subvencionado en un 90 % por el Consorci de Borsa d’Allotjaments Turístics. «Este proyecto permitirá dar a conocer nuestras raíces a la vez que fomentamos el conocimiento de los elementos etnológicos de la localidad rehabilitando el espacio público», explicó el alcalde, Antoni Salas.