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La madrugada del 5 de septiembre de 1936 en Manacor fueron ejecutadas por los fascistas cinco milicianas. Su historia es una de tantas historias silenciadas durante más de 80 años, enterradas a las fosas comunes de la Guerra Civil. Su historia arranca el 16 de julio cuando embarcaron en la expedición del capitán Alberto Bayo en el puerto de Barcelona. La operación republicana en Mallorca duró menos de 60 días. El 3 de septiembre desde Madrid se ordenó la retirada inmediata pero muchos combatientes no llegaron al barco. Las cinco mujeres quedaron en tierra y al día siguiente fueron asesinadas. Jaume Miró es uno de los autores del documental Milicianes y que junto al investigador Antoni Tugores conocen la historia de las cinco mujeres.

María García Sanchís

Nacida en Valencia tuvo dos hijos. Una falleció y este hecho le marcó de por vida. Espiritista y anarquista. Llegó a hacer mítines y ser una de las responsables de las Milicias Femeninas en defensa de la república organizadas después del golpe de estado militar de 1936. García tuvo un papel muy importante en la creación de las mujeres milicianas junto a Gavina Viana. «Tenía 55 años, era la mayor de las cinco, la que tenía más trayectoria política», explica Miró. García llegó a ser fotografiada por Robert Capa y apareció en una de las páginas de la revista Life en 1936.

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Teresa    Bellera Camelli

Tenía a penas 20 años cuando se embarcó hacia Mallorca. Nacida en Huesca se mudó a Barcelona donde se empezó a familiarizar con el PSUC.

Desconocida

De una de las cinco mujeres se desconoce su nombre, solo se sabe que es la autora de Diario de una miliciana, publicado en un semanario falangista y cuyo escrito original nunca ha sido hallado. El escrito llegó a manos de Bárbara Ferrari, parece que pariente del periodista Francisco Ferrari Billoch, y publicado por el semanario falangista de Manacor, Arriba, en 1938.

Daría y Mercedes Buxadé

Nacidas en México, el investigador Antoni Tugores es una de las personas que mejor conoce la historia de las dos hermanas Buxadé. Tugores explica que Daría y Mercedes vivían en Santa Coloma de Farnés y que se enrolaron con Bayo pensando que sería una ocupación como sucedió en Eivissa, sin necesidad de lucha. «Un día se presentaron en la tienda de su hermano con el mono de milicianas», explica. Daría y Mercedes no participaron en la batalla directamente, primero se encargaron de tareas domésticas y posteriormente pidieron trabajar como enfermeras. «Por las cartas que enviaban a la familia sabemos que Daría tocaba el piano a los enfermos»,    añade el investigador. El día que se dio la orden de retirada, las cinco mujeres trabajaban en un hospital de campaña que estaba en una casa particular de Son Carrió (no se sabe donde exactamente). «Vieron a los milicianos pasar y se pensaron que desfilaban, no sabían que era que marchaban», añade Turgores Cuando se percataron, ya era tarde y fueron asesinadas. Daría tenía 23 años y Mercedes 18.