La obra plasma el «sacrificio» de los almendros por las plagas . | Jaume Perello

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El paisaje de almendros en Mallorca está tocado de muerte. Una realidad que cualquiera que se adentre a pasear por los caminos de foravila puede constatar, siempre que tenga un mínimo conocimiento de la importancia que ha tenido el cultivo de la almendra en Mallorca, y del legado cultural, sentimental y económico que ha supuesto para muchos payeses cuidar las fincas que sus padres y abuelos plantaron para que fueran productivas al llegar sus descendientes.

Esta realidad es el hilo conductor de Sacrificis, un libro con fotografías de Jaume Perelló y poemas de Joan Miquel Chacón, que se presenta hoy a las 19 horas en el Casal de Cultura de Sencelles, mientras que la exposición de fotografías y esculturas que la acompaña, se puede visitar los sábados y domingos hasta el próximo 26 de febrero.

‘Sacrificis’ o el relato poético del declive rural

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Ambos autores han plasmado los estragos en el paisaje rural y tradicional de Mallorca, con las plagas de la bacteria Xylella Fastidiosa y de la larva del escarabajo Capnodis tenebrionis como principales verdugos, pero también analiza con ironía y humor negro otras causas, desde el progresivo abandono del campo mallorquín, a la especulación urbanística, el calentamiento global o la sequía, entre otros factores contemporáneos que influyen en el progresivo declive del paisaje y de la actividad agraria en Mallorca. Un proceso que se escenifica en este proyecto como un drama, estableciendo paralelismos con «el drama que supone para un payés tener que sacrificar a su ganado por una pandemia, o verse obligado a arrancar los árboles - ya secos o moribundos - de un campo de almendros cultivados durante generaciones», explica Perelló.

Por su parte, Chacón introduce cada capítulo de este relato con uno de sus poemas viscerales y existencialistas. El cartel de presentación, con la silueta de la Isla realizada con una cadena de motosierra, ya es un anticipo del «viaje interior» y al corazón de una imagen de Mallorca que se diluye día a día.