En Mallorca hay serpientes autóctonas como la de ‘garriga’ o la de agua. Las de herradura (como la de la imagen), la blanca y la verde son de introducción reciente. Las dos primeras pueden llegar al metro de largo, mientras que verde puede llegar a casi dos metros. | ARCHIVO

TW
6

Medi Ambient pone límite a la proliferación de ofidios en Baleares, una preocupación que en los últimos años ha ido en aumento en algunas zonas del Pla y Llevant de Mallorca. La mayoría de estas serpientes han llegado a la Isla de manera ‘accidental’ dentro de los troncos de grandes olivos importados desde la Península con una finalidad ornamental.

Ante esta situación, el Consell de Govern aprobó ayer un decreto ley de Medi Ambient en el que limita la entrada de árboles ornamentales de grandes dimensiones para evitar así que en su interior se ‘colen’ también los ofidios y sus huevos. La norma, que entrará en vigor en 11 días, limita la entrada de olivos, algarrobos y encinas de más de 40 centímetros de tronco en los periodos de puesta y eclosión de los huevos de las serpientes. Durante este periodo en caso que quiera importarse un árbol de estas características se deberá solicitar una autorización a la Conselleria de Medi Ambient donde se tendrá que acreditar que se han adoptado las medidas de control y bioseguridad necesarias para evitar la introducción de ofidios.

El periodo sin restricciones se limita a cuatro meses y medio al año, del 1 de abril al 15 de junio y del 15 de septiembre al 15 de octubre. El resto del año deberá hacerse con autorización previa. Además, para garantizar la bioseguridad del entorno y a modo de prevención, los viveros, establecimientos comerciales o particulares que vendan o distribuyan este tipo de árboles ornamentales deberán colocar trampas entre el 1 de abril y el 30 de octubre.

«Esta herramienta jurídica nos permite que, durante la época de hibernación y puesta de huevos desde Medi Ambient podremos vigilar la llegada de este material vegetal en los mismos puertos», explicó ayer el conseller de Medi Ambient, Miquel Mir, quien destacó el trabajo que desde hace seis años lleva a cabo la Conselleria para controlar la proliferación de serpientes tanto en las Pitiüsas como en la isla de Mallorca.

Hasta el momento, el control de la población de ofidios se ha hecho a través de la distribución de jaulas de captura. Solo el año pasado en Mallorca se instalaron un total de 215 jaulas, de ellas 101 fueron cedidas a particulares que lo habían solicitado y el resto fueron instaladas por el Consorci de Recuperació de la Fauna (COFIB). Ello reportó que se capturaron 177 serpientes; 139 de herradura y 38 ejemplares de serpiente verde.

Por otra parte, el decreto ley aprobado ayer de medidas extraordinarias y urgentes incluye la sargantana balear (Podarcis lilfordi) y la sargangana pitiusa (Padarcis pityusensis) en el catálogo balear de especies amenazadas y de especial protección, en la clasificación de vulnerables. «En particular en las Pitiüses, las serpientes han dañado la población de sargantanes», explicó el conseller Mir quien pese a recordar que la situación en Mallorca es menos delicada que en Eivissa también se ha querido incluir la lagartija endémica para preservarla con garantías.