A pesar de su delicada salud, el cuervo voló desde la escalinata de la iglesia. | R.P.F.

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Mancor no pudo contemplar este domingo la tradicional bajada del cuervo desde el campanario hasta Sant Antoni y Sant Pau durante las beneïdes. El mal estado de salud del ave, que se llama Jeroni, obligaron a modificar esta singular celebración.

Aunque desde el Ajuntament ya se informó por la mañana que el cuervo no se encontraba en condiciones de protagonizar la Baixada del Corb, finalmente el ave sí que llevó el trozo de pan hasta la cueva donde se encontraban Sant Antoni y Sant Pau, pero lo hizo volando desde la escalinata de la iglesia, en lugar de hacerlo desde el campanario como marca la tradición.

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El problema radica en que el ave hace días que no come y durante las pruebas de vuelo de los últimos días ya se comprobó que no se encontraba en sus mejores condiciones. La organización apostó este domingo por modificar el acto para preservar el buen estado del cuervo.

La Baixada del Corb en Mancor se celebra desde hace muchos años y desde 1981 era el cuervo Rasputín el protagonista de la fiesta, que después fue sustituido por Jernoni. La bajada recrea el episodio según el que los cuervos alimentaron a Sant Antoni y Sant Pau cuando éstos estaban a punto de morir por inanición en el desierto. Tras la bajada, aunque no fuera la más tradicional, el pueblo celebró ayer las beneïdes y el desfile de carrozas y comparsas.