Nevada sobre la ‘casa de neu’ d’en Galileu, restaurada por el Consell. | EL LLIBRE DE LA NEU

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Tres expertos montañistas han geolocalizado y catalogado más de medio centenar de cases de neu o de los restos que quedan de este vasto patrimonio clave en la historia reciente de Mallorca, construido con la técnica de la pedra en sec desde mediados del siglo XVII y que se va desmoronando entre piedras caídas y vegetación. Los químicos Lluís Vallcaneras y Tomeu Bonet, y el geógrafo Miquel Salamanca, que llevan décadas recorriendo las montañas de la Isla, han documentado 51 cases de neu ubicadas en las cotas más altas de la Serra de Tramuntana, y la única que se conoce en la Serra de Llevant, en Artà.

Miquel Salamanca, Lluís Vallcaneras y Tomeu Bonet, los autores.

Hasta la fecha, se trata del mayor registro que existe sobre estas construcciones que fueron vitales para el comercio del hielo en Mallorca desde mediados del siglo XVII hasta principios del XX, cuando se fueron abandonando tras la llegada de las primeras industrias frigoríficas.   

Coordenadas y QR

En El llibre de la neu, los tres expertos proporcionan una ficha de cada una de estas cases de neu y construcciones complentarias, como porxos de nevater - donde se guarecía el encargado de cada pozo en las montañas nevadas - marges y senderos. También se proporcionan las coordenadas geográficas y un código QR que facilita la localización de las mismas a los excursionistas. Cada ficha va acompañada de imágenes que muestran el estado de deterioro de la mayoría de las cases de neu, como es el caso de las de Na Franquesa, la Fita del Ram, la des Castellot, la del Comellar des Prat, la que se abastecía de nieve en los acantilados del Puig de Massanella o las situadas a los pies del Puig Major y en la Coma Fosca, cerca de la base militar.

Solo tres cases de neu han sido restauradas por el Consell de Mallorca en distintas campañas de recuperación del patrimonio. El Pou de Neu de son Macip, con su forma elíptica; la casa de neu y el porxo del Puig d’en Galileu, que revelan las duras condiciones de vida del oficio de nevater; y la de Galilea, de planta cuadrada y situada en la cota más baja de todas (471 metros).

‘Casa de neu’ del Galileu, restaurada por los margers del Consell.

Además de localizar las construcciones, el libro recoge el vocabulario, las técnicas y herramientas usadas por los nevaters para recoger la nieve, acumularla en los pozos, apisonarla hasta convertirla en hielo, y transportarla hasta Palma y los pueblos para su consumo. Como ejemplo del volumen de este comercio, ofrecen registros históricos: en 1636, en la casa de neu de Massanella había almacenadas 450 somades de nieve, lo que equivale a unas 38 toneladas.

Los restos de las cases y pozos de nieve están localizados en enclaves muy conocidos de la Serra de Tramuntana: Tomir, Comafreda, Es Teix, sa Rateta, el Puig de Ca de Míner, Serra des Teixos, Coll des Telègraf, Tossals Verds, Penyal des Migdia, junto a las antenas de Alfàbia o en Pastoritx, entre otros.

El texto explica fenómenos que se producen con la nieve y cómo el cambio climático repercute en nevadas cada vez menos frecuentes e intensas en Mallorca. Dan fe de ello fotografías de las históricas nevadas de 1956 en Artà, Bunyola o Sóller; un Castell d’Alaró cubierto de blanco en 2012 o la Serra des Teixos en 2018, entre las imágenes que cada vez se verán menos.