El candidato del PP en Calvià es Juan Antonio Amengual.

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El Partido Popular arranca el nuevo año con la firme voluntad de teñir de azul el mapa de Mallorca. La formación conservadora confía en el desgaste del Pacte para hacerse con las riendas del Consolat y alzarse con las alcaldías de un puñado de municipios. Sin embargo, llegan los ‘populares’ a esta recta final de la legislatura con los deberes por hacer en algunos enclaves estratégicos, algo que podría tener un elevado coste electoral la noche del 28 de mayo. Uno de esos lugares en los que el PP parece contar, a fecha de hoy, con escasas opciones de éxito es Calvià.

La elección de Juan Antonio Amengual como candidato ha provocado una enorme grieta en un partido que arrastra ya siete años de divisiones internas. La que ha sido portavoz durante los últimos tres años, Luisa Jiménez, dejó el cargo tras conocer a través de este diario que Palau Reial ya tenía un nombre con el que disputar la alcaldía al socialista Alfonso Rodríguez Badal. En la sede palmesana del partido insisten en que Jiménez siempre supo que no sería candidata, y tratan de girar página. Pero la realidad hoy es que un numeroso grupo de afiliados- aseguran que son ya más de 200- han formalizado su baja durante las últimas semanas, descontentos por no haber podido elegir a su cabeza de lista a través de unas primarias. Lamentan ellos que Marga Prohens haya optado «por un perfil bajo», a través de una persona sin pasado político y que resulta todavía a estas alturas un desconocido para la mayor parte de votantes calvianers.

Pero al margen de las guerras de poder, uno de los problemas que arrastra el PP en Calvià es el de la escasa oposición que ha practicado desde que perdiera la alcaldía, allá por 2015. Algo similar a lo que ocurre también en Manacor, donde su candidata, María Antònia Sansó Jaume, no se ha dejado ver en exceso. Habla Sansó de hacerse con la alcaldía del municipio el 28M, pero la irrupción de Vox y nuevas plataformas de derechas puede complicar más si cabe las cosas a la formación conservadora.

En Llucmajor, la decisión tomada por Eric Jareño de abandonar la primera línea de la política podría tener consecuencias nefastas para el PP, que había encontrado en el actual alcalde un perfil ideal para arrastrar votantes. La candidata ‘popular’ será hoy regidora de Educación, Xisca Lascolas, pero está por ver si puede mantener el listón dejado por Jareño, quien se centrará tras los comicios en sus proyectos personales.

La crisis interna que han vivido los ‘populares’ en Calvià solo es comparable con lo ocurrido en Inca, donde dos de sus tres concejales se pasaron el pasado mes de agosto al grupo no adscrito. De hecho, el portavoz del PP en el Ayuntamiento también se dio de baja del partido por desavenencias con quien será el candidato a las elecciones del 28M, Pedro Mas. Él tratará de mejorar los pobres resultados obtenidos por la formación conservadora en los comicios de 2019, aunque enfrente tendrá al socialista Virgilio Moreno, quien apunta a repetir alcaldía los próximos cuatro años.

En este contexto, sorprende especialmente que la dirección regional del PP, que tanto reniega de José Ramón Bauzá, haya entregado sin embargo la comunicación del partido a quien fue brazo ejecutor de todas aquellas políticas revanchistas y sectarias que acabarían llevando a la formación a sufrir sus peores resultados a nivel autonómico. «Tratan de ganar con la persona que les condujo a la derrota», comentan sonrientes en el PSIB, donde ya se frotan las manos con el flamante fichaje.