Uno de los caminos de herradura de la Ruta de Pedra en Sec en Tramuntana.

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La Ley de la Serra de Tramuntana reconoce la pedra en sec como la técnica institucional propia de muchas construcciones de la Serra y acota el uso de cemento y hormigón en toda la zona protegida. La nueva norma (cuyo texto quiere aprobar el Consell de Mallorca antes de que acabe la legislatura para que inicie después su trámite parlamentario) obligará a utilizar la pedra en sec para la construcción de marges. También para la reconstrucción o rehabilitación de todas las edificaciones que se hicieron originalmente con esta técnica, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en novembre de 2018.

Actualmente la concesión de subvenciones para la recuperación de caminos, construcciones y fincas de la Serra de Tramuntana ya está sujeta a la utilización de la técnica de pedra en sec, pero los propietarios pueden utilizar hormigón o cemento si renuncian a pedir fondos públicos y costean personalmente sus obras. La nueva Ley de la Serra blindará prácticamente la Tramuntana contra el uso de hormigón.

La norma agilizará las reconstrucciones eliminando la necesidad de una licencia previa (salvo contadas excepciones) estableciendo un procedimiento único de comunicación previa con el que los propietarios podrán emprender este tipo de obras. «Así agilizamos la reconstrucción y la obtención de subvenciones que ahora algunas veces quedan paradas durante mucho tiempo a la espera de autorizaciones», explica la consellera de Territori, Maria Antònia Garcias.

El borrador de la ley define en el anexo II los requisitos que deberán cumplir las distintas tipologías de construcciones de piedra en la Serra de Tramuntana, concretamente los marges y muros de contención, la paret seca, los paretons de carretera y la paret en verd. «Se establecen unas medidas mínimas para que la característica imagen de la Serra de Tramuntana no se pierda con el paso del tiempo. Queremos que mantenga la estética aportando calidad, porque no se puede obviar que son elementos con una funcionalidad», dice la consellera.

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La ley regula especialmente el uso de la técnica ancestral en las carreteras de Tramuntana acabando con años de polémica en los que el gremio de margers ha cargado contra determinadas obras particulares, pero también públicas, que recurrían a elementos prefabricados para sustituir lo que antes se hacía con la pericia de su gremio.

El derrumbe de un tramo de dos metros lineales de la carretera de Lluc a principios de 2019 puso sobre la mesa el debate sobre la reconstrucción de carreteras en la Serra de Tramuntana. El incidente se produjo a solo unos metros del Salt de la Bella Dona y obligó a la reconstrucción de un talud titánico, realizado hace generaciones con la técnica ancestral. Los margers consiguieron frenar los planes iniciales del Consell de reconstruir los muros que sujetan la carretera utilizando hormigón y finalmente se optó por una solución intermedia que convirtió el antiguo tramo de la vía (reconstruido con pedra en sec) en mirador, y dsevió el trazado de la carretera solo unos metros a la izquierda.

Es más que evidente que las cargas y densidad del tráfico que soportan esta y otras carreteras de la Serra no es la misma que soportaban cuando se construyeron. En concreto la carretera de Inca a Lluc es un diseño del ingeniero Eusebi Estada, que se ejecutó entre 1888 y 1893. El principal problema es que las normativas son ahora muy exigentes en cuanto a carantías de soporte de fuerzas y cargas y no existen en España estudios técnicos que avalen el uso de la pedra en sec en la construcción de los muros que sostienen las carreteras. La entonces consellera Mercedes Garrido prometió encargar un estudio de estas características a la UIB con la intención de que la pedra en sec pudiera utilizarse para aguantar carreteras dentro y fuera de Mallorca. El anuncio no llegó a cobrar forma. «La Ley de la Serra no contempla encargar ese estudio aunque no es algo que descartemos», dice Maria Antònia Garcias.

La nueva norma se compromete a «salvaguardar la técnica de la pedra en sec, promoverla, difundirla y potenciar su valoración social y cultural dado que configura y define el paisaje de Tramuntana. Obliga a los propietarios a respetar los marges y las marjades que conforman el pasaje agrícola, estén o no en uso y no permite las obras que supongan alterar, destruir o interrumpir los sistemas de drenaje de los campos marjats, que destruyan marges de uso agrícola o caminos de herradura.

Solo permite de forma «excepcional» el uso de hormigón en la construcción de muros de contención que afecten a las infraestructuras viarias de la Serra de Tramuntana que no formen parte de los caminos de herradura y carro. Incluso en esos casos excepcionales de muros de hormigón estos deberán cubrirse de paredes adosadas de idénticas características a las del resto de la vía, mayoritariamente de pedra en sec.