Agustí Tomàs, entre Miquel Company y Jaume Jaume, durante el reconocimiento.  | Lola Olmo

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Los criadores de porc negre mallorquí acudieron ayer al mercado de Sant Tomàs, rememorando que, antiguamente, la gente acudía al Mercat de Sineu el miércoles anterior a la Navidad a comprar la porcella que se serviría un día tan señalado. Los tiempos han cambiado y las costumbres del consumidor también, nadie va ya al mercado a comprar animales vivos, pero la Associació de Ramaders de Porc Negre Mallorquí mantiene esta cita anual para rememorar cómo han llegado hasta la situación actual, con todas las lechonas agotadas semanas antes de las fiestas.

Reconocimiento

Ayer, los criadores hicieron un reconocimiento al veterinario Agustí Tomàs por su contribución en la recuperación de la única raza de cerdo autóctona de Mallorca. El homenajeado lleva una década visitando las explotaciones con la particularidad de que el porc negre se cría en extensivo, de modo que «a menudo tiene que ir tras los animales por el campo para vacunarlos o revisarlos», recordó el técnico Jaume Jaume, otro puntal dentro de la asociación y la promoción del porc negre.

Jaume recordó ayer en la Cooperativa de Sineu que, hace 25 años, la Associació de Ramaders de Porc Negre logró que el de Sineu fuese el primer mercado de España autorizado para la presencia de cerdos, después de 30 años de prohibición a causa de la peste porcina. Luego vino la comercialización de la sobrasada de porc negre, de la porcella y una investigación continua sobre nuevas posibilidades de esta carne. Precisamente el maestro charcutero Xesc Reina preparó para los asistentes una degustación de estos alimentos de porc negre: hamburguesas, embutidos como la nora, carne asada y salchichas frankfurt de Can Company y jamón serrano de porc negre elaborado por Cuixot.