Decenas de personas pasearon por las calles de la localidad con las tradicionales antorchas de carrizo. | Laura Becerra

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El fuego de las faies –antorchas hechas de carrizo–volvieron a iluminar ayer  por la tarde las calles de Capdepera al son del Alei Alei. Hace cinco años que el municipio gabellí recuperó esta fiesta tradicional, que hoy cuenta con gran participación. Prueba de ello fueron las decenas de niños y mayores que no quisieron perderse la cita festiva desde el Castell y la plaza de Orient donde se encendieron las faies.

Capdepera es el único municipio de la Isla que celebra esta fiesta emparentada con la que se realiza en la zona de los Pirineos. De raíces precristianas, el Alei Alei se celebraba antiguamente la víspera de Navidad cuando, ya de noche, los abuelos encendían hogueras en medio de las calles y los niños jugaban con el fuego. Era el único día que se les permitía a los menores un antorchas encendidas y las paseaban entonando: Alei, Alei, penjant amb un cabell. / Anit, anit, un gall farcit. / Demà, demà, el mos hem de menjar. / I passat demà el mos hem d’acabar. Gracias al trabajo de la Obreria de l’Esperança, la Associació Cultural Cap Vermell y la Associació Empresarial de Capdepera, en 2018 se recuperó la fiesta que hoy goza de gran participación.